En un nuevo golpe a la oposición, el gobierno iraní dejó hoy en claro que no repetirá las elecciones presidenciales del 12 de junio pese a las denuncias de fraude y las protestas callejeras que opositores realizan casi a diario desde que el presidente Mahmud Ahmadinjead fue declarado ganador de los comicios.
Obama dijo en Washington que Estados Unidos y el mundo estaban "indignados" por la represión de las protestas, que dejó al menos 17 muertos, y no descartó modificar su estrategia hacia Irán, luego de haber ofrecido este año a Teherán abrir un nuevo capítulo en las relaciones bilaterales, cortadas desde hace casi 30 años.
La televisión estatal iraní informó que estudiantes conservadores se manifestaron hoy frente a la embajada británica en Teherán, donde quemaron banderas estadounidenses, británicas e israelíes y tiraron tomates contra el edificio, al grito de: "Abajo Estados Unidos", "Abajo Gran Bretaña".
La Cancillería iraní dijo que expulsó al primer y segundo secretario de la embajada británica por "comportamiento poco convencional", informó la televisión estatal iraní.
El primer ministro británico, Gordon Brown, anunció de inmediato la expulsión de dos diplomáticos iraníes en represalia por una medida que calificó de "injustificada" y por acusaciones que "carecen absolutamente de fundamento", según sus propias palabras en una comparecencia ante la Cámara de los Comunes, en Londres.
Las tensiones entre Irán y el Reino Unido, que urgió a Teherán a respetar los derechos humanos, se agravaron en los últimos días. El líder supremo iraní, ayatollah Ali Jamenei, dijo la semana pasada que países y administraciones occidentales estaban desplegando su "enemistad" hacia la República Islámica, y agregó que "el más maligno de ellos es el gobierno británico".
El canciller Manouchehr Mottaki acusó esta semana a Londres de haber enviado a espías para manipular las elecciones.
Las expulsiones recíprocas llegan un día después de que el Reino Unido repatriara a familiares de sus diplomáticos en Irán por la crisis, considerada el mayor desafío para los clérigos que gobiernan el país desde su llegada al poder con la Revolución Islámica de 1979.
El líder opositor Mir Hossein Mussavi asegura que las elecciones fueron fraudulentas y que él fue el verdadero ganador. Mussavi no se muestra desde hace días y hoy no hubo informes de protestas ni disturbios, en una muestra, quizás, de la efectividad de la represión, según informó la cadena de noticias CNN.
Miembros de la fuerza de elite Guardia Revolucionaria y de la milicia pro-gubernamental basij fueron desplegados en gran número en Teherán en los últimos días, encargados de impedir concentraciones y de ordenar a la gente que circule sin detenerse. Una protesta de 200 personas en una plaza céntrica fue disuelta ayer a bastonazos, gases lacrimógenos y balas de plomo disparadas al aire, bajo helicópetros que sobrevolaban la zona. En un importante apoyo para Irán, Rusia dijo hoy que aceptaba como válidos los resultados de las elecciones, pero Francia convocó al embajador iraní para protestar por la "represión brutal" de manifestantes en Teherán.
Estados Unidos y la Unión Europea (UE) se abstuvieron de cuestionar la legitimdiad del triunfo de Ahmadinejad, pero formularon advertencias cada vez más fuertes contra la represión de las protestas.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, pidió el "fin de los arrestos, amenazas y del uso de la fuerza". Luego de que la oposición republicana lo acusara de reaccionar demasiado cautelosamente a la situación en Irán, Obama dijo que su país y el mundo estaban "horrorizados e indignados" por la represión.
"Dejé en claro que Estados Unidos respeta la soberanía de Irán, y que no está interfiriendo en los asuntos de Irán", dijo el presidente norteamericano.
"Pero también debemos dar fe del coraje y dignidad del pueblo iraní y de una apertura notable dentro de la sociedad iraní. Y deploramos la violencia contra civiles inocentes donde sea que tenga lugar", agregó Obama. La agencia de noticias iraní IRNA informó que la Cancillería iraní rechazó las declaraciones de Ban y acusó a la ONU de injerencia en los asuntos de Irán.
La televisión estatal dijo que el ayatollah Jamenei aceptó hoy extender cinco días el plazo para presentar denuncias de irregularidades en los comicios, pero el gobierno no parecía dispuesto a ningún compromiso.
La máxima autoridad electoral de Irán, el Consejo de Guardianes, no halló "ningún gran fraude" en las elecciones, dijo hoy su vocero, Abbas Ali Kadkhodaei.
"Por lo tanto, no hay ninguna posibilidad de que tenga lugar una anulación" de los comicios. El Congreso iraní, por su parte, dijo hoy que la ceremonia de asunción de Ahmadinejad será entre el 26 de junio y 19 de agosto.
