Para Price, la muerte de Ahmad al Hayali es un fuerte golpe al EI, porque era uno de los coordinadores del movimiento de "grandes cantidades de armas, explosivos, vehículos y personas entre Irak y Siria".
Según la Casa Blanca, el líder yihadista, conocido también como Abu Muslim al Turkomani y como Hajji Mutazz, viajaba en un vehículo cerca de Mosul cuando falleció a causa del ataque aéreo junto con otro insurgente identificado como Abu Abdullah, informó la agencia de noticias EFE.
Miembro del Consejo de la Shura y alto mando cercano al líder del EI, Abu Bakr al Baghdadi, al Hayali apoyó operativos del grupo yihadista tanto en Irak como en Siria, señaló Price.
Además, este antiguo coronel de inteligencia iraquí antes de la caída de Saddam Hussein, y exmiembro de Al Qaeda en Irak, fue "fundamental" en la planificación de las operaciones de los yihadistas en los últimos dos años, incluyendo la ofensiva que permitió al EI tomar el control de Mosul en junio de 2014.
La Casa Blanca enfatizó que la muerte de al Hayali "impactará negativamente en las operaciones del EI, dado que su influencia se extendió a las finanzas, medios de comunicación, operativos y logística" del grupo.
Una coalición internacional liderada por EE.UU. inició a mediados del año pasado la campaña de bombardeos aéreos contra posiciones del EI en Irak y Siria.
En diciembre de 2014 se había dado por muerto a al Hayali, expuso en su momento la Casa Blanca, sobre información errónea. En esta oportunidad, circularon por los medios sociales imágenes que corresponderían al cuerpo de al Hayali, informó el portal CBS.
En tanto, un militar estadounidense de alto rango, informó sobre la presencia de huellas de gas mostaza en morteros utilizados por el Estado Islámico para atacar a las fuerzas kurdas en Irak, aunque precisó que no son pruebas concluyentes.
El general Kevin Killea, jefe de personal de operaciones militares en Irak y Siria, explicó que las pruebas finales se están realizando para saber con precisión qué agentes químicos contienen los fragmentos analizados.
Esos restos fueron proporcionados por las fuerzas kurdas, algo que genera dudas sobre la cadena de custodia de la evidencia.
Las supuestas armas químicas podrían haber sido utilizadas en un ataque perpetrado por el EI el 11 de agosto en Makhmur, una localidad ubicada a 40 kilómetros de Erbil, la capital del kurdistán iraquí.
El Estado Islámico controla desde junio del 2014 una amplia zona en Irak y Siria, donde gobierna aplicando una severa interpretación de la sharia (ley islámica).
Fuente: Télam
