Francisco dijo que el número de refugiados crece y, "como en estos últimos días, otros miles de personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares para salvarse", en obvia relación a los conflictos bélicos que padecen Siria e Irak, informó la agencia de noticias EFE.
Recalcó que "millones de familias refugiadas de muchos países y de diferentes religiones viven en sus historias dramas y heridas que difícilmente podrán curarse".
El Papa también recordó a todas las personas e instituciones que trabajan "con generosidad para asegurar a los refugiados hospitalidad y dignidad, y les dan motivos de esperanza".
Francisco recordó a los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro para la audiencia general que "Jesús fue un refugiado, tuvo que huir (a Egipto) para salvar la vida, con San José y la Virgen".
Por eso, el Pontífice concluyó su llamamiento con la petición de rezar a la Virgen, "que conoce los dolores de los refugiados".
Fuente: Télam