A las 8.48 un Boeing 767 comercial de American Airlines se estrelló contra los pisos 95 a 103 de la torre norte del World Trade Center de Nueva York. El vuelo había sido secuestrado mientras viajaba de Boston a Los Angeles.
Unos 15 minutos más tarde, cuando la población mundial se encontraba frente a sus televisores, otro avión, de United Airlines, impactó en el medio de la segunda torre. El aparato también había salido de Boston rumbo a Los Angeles.
El horror se había apoderado de Manhattan y, luego, de toda Nueva York. Algunas cámaras habían logrado captar la desesperación de algunas personas que, atrapadas en las mismas, saltaban al vacío. En la calle, los peatones cubiertos de polvo corrían en todos los sentidos. El ruido de las sirenas de ambulancias y bomberos era constante. (Télam).-