El presidente del Senado, Roy Barreras, que es médico, dijo que aunque el estado de salud de Santos no es preocupante y el cáncer estaba en una fase inicial, el país debe tener la seguridad de que la persona encargada de un eventual reemplazo temporal o definitivo debe estar en plenas condiciones de salud, reseñó la agencia de noticias DPA.
Una delegación de la Academia Colombiana de Medicina, la Federación Médica Colombiana y el Tribunal Médico de Ética, visitó a Garzón en su casa, pero el vicepresidente se negó a que le fueran practicados exámenes, porque ello significaría prestarse "para un golpe a la democracia".
"Admitir tal evaluación sería como prestarse para un golpe de Estado. Si yo me prestara para una evaluación médica, me estaría prestando para un golpe a la democracia en Colombia", agregó.
Según Garzón, Santos, a quien visitó ayer en la clínica, ha demostrado que está con plenas facultades para seguir gobernando y que en la actual coyuntura ordenar un examen médico al vicepresidente sugiere que se está pensando en reemplazarlo.
El vicepresidente, de 65 años, aún no se ha recuperado del todo de una isquemia cerebral que lo mantuvo hospitalizado por varios días en junio y que lo dejó con problemas de motricidad.
Ya antes, en agosto de 2010, poco después de haber iniciado sus funciones como segundo del Poder Ejecutivo, Garzón causó preocupación al sufrir un infarto cardíaco que obligó a los médicos a implantarle cinco puentes coronarios.
Por otra parte, un informe clínico conocido anoche señaló que Santos se sigue recuperando de forma "satisfactoria" tras la cirugía a la que se sometió el miércoles.
"Al cumplir su primer día posoperatorio, continúa presentando una evolución satisfactoria", señaló un informe entregado a la prensa por la Fundación Santa Fe de Bogotá.
Fuente: Télam
