"En una reunión, la COB ratificó el pedido de renuncia del presidente Gonzalo Sánchez de Lozada y Carlos Mesa, vicepresidente de Bolivia, entendiendo que el impuesto al salario fue solamente la gota que rebasó el vaso", anunció este domingo el dirigente de la COB, Moisés Guzmán.
Sánchez de Lozada pretendía aplicar un impuesto al salario del 12,5 por ciento para bajar el déficit fiscal del 8,6 al 5,5 por ciento por recomendaciones del FMI, pero una revuelta policial y social de dos días -que dejó 30 muertos- lo hizo retroceder. (Télam-SNI).-