El Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, al cual el ex presidente Hosni Mubarak entregó el poder el 11 de este mes, asegura que quiere entregar las riendas del país a un poder civil después de las elecciones legislativas y presidenciales y de reformar la Constitución. Pero muchos se preguntan si el plazo de seis meses inicialmente anunciado por el Ejército será suficiente y si las reformas propuestas van lo suficientemente lejos como para abolir lo que la oposición califica de poderes presidenciales "casi divinos".
La revisión constitucional gira en particular alrededor de la supresión de las condiciones, muy restrictivas, para aspirar a la presidencia y de la limitación de mandatos presidenciales.
Grupos de la oposición desean también que la ley de partidos sea reformada para permitir a movimientos prohibidos, como los Hermanos Musulmanes, y a grupos de jóvenes que recientemente emergieron, que formen partidos políticos legales.
La Coalición de Jóvenes de la Revolución, formada por varios grupos que han participado en el lanzamiento de la sublevación, instó a la adopción de un sistema parlamentario. Esto "garantizaría el final del sistema de reinado del faraón en vigor desde hace tiempo", afirmó Ahmed Kamal Abul Magd, un profesor de derecho constitucional de la Universidad de El Cairo, en una entrevista en la televisión.
Pero celebrar elecciones en unos meses podría preparar el terreno para un Parlamento de nuevo controlado por el Partido Nacional Demócrata de Mubarak, o beneficiar a los influyentes Hermanos Musulmanes marginando al resto de la oposición, estiman los analistas, muchos de los cuales han evocado incluso un acuerdo para compartir el poder entre la cofradía islamista y el Ejército durante la transición.
El opositor Mohamed ElBaradei pidió al Ejército que permita a los civiles compartir el poder durante el período de transición, para impedir el regreso del antiguo régimen. (Loa Andes Online)