La huelga general por 48 horas, iniciada este jueves y convocada por el Frente Nacional Contra el Golpe de Estado, afectaba este jueves al mediodía (la tarde en la Argentina) a la educación, la salud, las oficinas públicas y el comercio, informó la agencia noticiosa italiana ANSA.
En ese contexto, centenares de hondureños partieron hacia la frontera con Nicaragua, especialmente hacia la aduana de la localidad de Las Manos, donde se esperaba que Zelaya hiciera su ingreso al país.
En Tegucigalpa estaba bloqueada la ruta que comunica con el norte del país, y en el departamento de Olancho estaba tomada la carretera de Catacamas, según Juan Barahona, dirigente del Bloque Popular.
Pobladores de los sectores fronterizos con Nicaragua denunciaron la militarización de la zona, supuestamente para capturar o impedir el ingreso del depuesto mandatario, e impedir la circulación de los manifestantes.
Por su parte, la televisora venezolana Telesur aseguró que la policía hondureña decidió no apresar a Zelaya, acuartelarse e iniciar un paro nacional indefinido en reclamo de un aumento salarial acordado en enero pero que aún no se hizo efectivo.
"Nosotros hemos trabajado más que nadie en este problema político, garantizando la seguridad sin descanso, ni siquiera los fines de semana, y no sabemos hasta cuándo se va a solucionar el problema de Manuel Zelaya", señaló una funcionaria policial que no reveló su nombre y que reclamó además aumento de salarios.
Agregó que la policía se mantendrá acuartelada en las distintas comisarías del país, no trabajará y no acatará la orden de capturar a Zelaya si intenta regresar.
En tanto, el aeropuerto internacional de Toncontín funcionaba normalmente, pese a que circulaban rumores de que había sido cerrado por las autoridades, y los funcionarios de Aeronáutica Civil trabajaban normalmente. (Telam)