El museo arqueológico de Bagdad, el más importante del país, con piezas antiguas de valor incalculable, fue una de las primeras y más graves víctimas de los saqueos que se multiplican en la ciudad.
Cerámicas y estatuas de la época asiria, una puerta de madera del palacio del rey Sargón II en Jol Sabat del año 720 (AC) y otros objetos de cientos de años de antiguedad correspondientes a la antigua Mesopotamia, fueron robados o simplemente rotos en mil pedazos por decenas de ladrones que no se molestaron en esconderse de la mirada de la prensa.. (Télam-SNI).-