"Este plan de emergencia contempla la distribución de miles de tabletas como parte de un operativo preventivo. Es la única forma que tenemos para asegurarnos que ante un eventual ataque a las plantas nucleares, los residentes no sufran del primer síntoma de exposición a la radioactividad: el cáncer de tiroides", explicó Jeff Stacey, oficial para el planeamiento antiterrorista del condado de Suffolk.
El plan contempla la distribución de esas cápsulas a los habitantes que vivan en un radio no mayor de 2,5 kilómetros de una planta nuclear.( Télam-SNI)