Cantor ocupa actualmente el cargo de líder de la mayoría repúblicana en la Cámara de Representantes y era considerado en Washington como uno de los hombres más poderosos del partido y uno de los recaudadores de campaña más eficaces, especialmente entre las grandes financieras.
Sin embargo, ayer el congresista de 51 años, que hace 13 que ocupa una banca en la cámara baja, perdió su primaria frente a un profesor universitario de Economía, el casi desconocido Dave Brat, por 56% a 44% de los votos, según las cifras oficiales del Estado de Virginia, citadas por la agencia de noticias EFE.
En noviembre proximo, los ciudadanos norteamericanos están convocados a las urnas para renovar toda la Cámara de Representantes y un tercio de las bancas en el Senado. Pero primero, cada candidato de cada partido debe ganar su primaria en su estado.
Cantor y su campaña de cinco millones de dólares perdieron ayer frente a un candidato que no contaba con grandes apoyos, institucionales o empresariales, que apenas había recaudado 200.000 dólares y que sostuvo una y otra vez durante su campaña que "todos los bancos de inversión, en Nueva York y en Washington DC, deberían estar tras las rejas" por la crisis de 2008.
El nuevo candidato republicano a congresista por el séptimo distrito del estado de Virginia es un profesor de 49 años de la Universidad Randolph-Macon, que pese a haber contado con los votos del movimiento ultraderechista Tea Party, no se identifica como un miembro de este grupo.
La primera reacción del Partido Demócrata y de muchos medios estadounidenses hoy fue considerar que Cantor había perdido la elección porque el electorado se había corrido a la derecha, más cercano a las posiciones extremistas del Tea Party.
En un correo electrónico a sus militantes, el partido oficialista recordó los ataques de Cantor a la reforma de salud, impulsada por el presidente Barack Obama, y "el bloqueo" a los esfuerzos de la Casa Blanca para aprobar una reforma migratoria.
"Pero igual no fue lo suficientemente conservador para el Tea Party", concluyó la fuerza de Obama.
Sin embargo, una encuesta difundida hoy por el sitio Politico.com sostiene que el 72% de los electores registrados del distrito de Cantor apoyan una reforma migratoria bipartidista.
El mismo sondeo, de la encuestadora Public Policy Polling, asegura que antes de la elección sólo un 30% de los electores aprobaban el trabajo de Cantor en el Capitolio.
"La derrota de Cantor tiene menos que ver con el tema de inmigración y mucho más con su falta de atención a su distrito. Su posición de liderazgo en la Cámara lo había alejado de su distrito", advirtió el senador demócrata y uno de los mayores defensores del proyecto de reforma migratoria, Bob Menendez.
Por eso él y otros senadores demócratas dieron una conferencia de prensa hoy en Washington para asegurar que la derrota de Cantor no significa "la muerte" de la reforma, que propone legalizar a doce millones de inmigrantes sin documentos, según informó la agencia de noticias DPA.
Brat no apoyó la reforma migratoria en la campaña, pero tampoco centró su discurso en esa posición.
Cuando tuvo que definirse a sí mismo, el profesor de Economía se describió como "un conservador anticorporaciones", según se puede leer en su última editorial publicada el domingo pasado en el diario local Richmond Times Dispatch.
"Me presento contra Cantor porque él no representa a los ciudadanos, sino a las grandes empresas que buscan acuerdos con información privilegiada, rescates clientelísticos y una constante oferta de trabajadores con bajos salarios", escribió el hoy candidato republicano.
Fuente: Télam