El hecho ocurrió en plena noche de San Juan, que se acostumbra a celebrar en torno a hogueras junto al mar en Cataluña y en otras regiones de España. El grupo bajó de un tren y cruzó las vías en vez de utilizar el paso subterráneo. En ese momento, una formación Alaris procedente de Alicante y con destino a Barcelona cruzó la estación, atropellándolos.
"Entre las víctimas hay muchas de origen sudamericano", dijo el presidente del gobierno regional de Cataluña, José Montilla, quien visitó el lugar del siniestro. De los heridos, tres se encuentran en estado crítico. Ningún pasajero del tren sufrió daños.
La gravedad de la colisión provocó que la identificación de las víctimas se conviertiera en una ardua labor que, en determinados casos, requerirá varias jornadas. "La tarea podría llevar algunos días", confirmó la consejera de Justicia de la Generalitat, Montserrat Tura.
Según la entidad pública ferroviaria Renfe, el tren, que no tenía parada en la estación del siniestro, circulaba a una velocidad inferior a la máxima permitida y emitió las señales acústicas preceptivas al aproximarse a la estación. Cataluña decretó tres días de luto y el ministro de Fomento, José Blanco, expresó a las familias de las víctimas las condolencias del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero por el terrible suceso.
(Reuters-AFP)