Estados Unidos trabajará con CNFORS, la mayor de las formaciones contrarias al Gobierno de Bashar al Assad, y otros representantes de la oposición para "determinar cómo esta nueva ayuda puede contribuir a paliar las necesidades del pueblo sirio y enfilar una transición política", agregó.
"La nueva ayuda para la oposición moderada enfatiza el firme apoyo de Estados Unidos a una solución política a la crisis en Siria y por el avance de la oposición con una visión aglutinadora y tolerante hacia una Siria post-Al Assad", indicó luego el Departamento de Estado norteamericano que encabeza Kerry, en un comunicado difundido hoy.
Junto a este último incremento de la ayuda financiera a la oposición, Kerry anunció el desembolso de otros 25 millones de dólares (19,1 millones de euros) en ayuda alimentaria para el pueblo sirio y que el Programa Mundial de Alimentos se encargará de distribuir por las catorce provincias del país "tan rápido como sea posible".
El secretario de Estado reclamó también a los socios internacionales que incrementen la ayuda a la oposición siria, con el objetivo de que el montante total llegue a los 1.000 millones de dólares (766,2 millones de euros).
Kerry ya consiguió acordar con los países occidentales y árabes que apoyan a la CNFORS que canalicen la ayuda, a partir de ahora, a través del Consejo Militar Supremo del Ejército Libre Sirio, según confirmó en la rueda de prensa.
El punto de discordia que no se resolvió en Estambul es si los adversarios de Al Assad tienen que recibir armas de Occidente.
Los gobiernos de Francia y Reino Unido apuestan fuertemente para que no se prolongue el embargo al suministro de armas que vence a fines de mayo, sin embargo Alemania, otro socio de la Unión Europea, se niega a ello.
Este embargo será uno de los temas a tratar mañana en el encuentro que mantendrán los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea en Luxemburgo.
Países como Arabia Saudí y Qatar ya están suministrando armas a los insurgentes que luchan contra el gobierno de Al Assad desde marzo de 2011, en un conflicto que -según datos de las Naciones Unidas- costó la vida a más de 70.000 personas, la mayoría de ellos civiles.
Los adversarios del suministro de armas argumentan que las armas podrían recaer en las manos equivocadas, es decir, en las de los yihadistas, que cada vez tienen más poder en el país.
Por presión de Occidente, la oposición moderada se distanció en Estambul de los islamistas radicales.
Los rebeldes sin embargo piden ataques aéreos selectivos al arsenal de misiles del gobierno de Al Assad y una prohibición de vuelos a lo largo de la frontera con Turquía y Jordania, para permitir a los refugiados que crucen la frontera.
El presidente de la Coalición Nacional, Muaz al Jatib, se mostró insatisfecho con la ayuda internacional recibida hasta ahora. "Esperamos más. La situación humanitaria de Siria exige un apoyo contundente".
A diferencia de la declaración escrita, Jatib matizó en la rueda de prensa final: "El único movimiento terrorista en Siria es el propio régimen".
Damasco criticó duramente la cita en Estambul. El diario del partido gubernamental Baath, Al Thaura calificó la reunión de hoy de encuentro de "los amigos de los terroristas".
En tanto, en todo el país prosiguieron los combates este fin de semana. Hasta el mediodía de hoy, han muerto cerca de 190 personas, la mayoría en las afueras de Damasco, según informaron grupos opositores.
Los rebeldes lamentan que cada vez milicianos del movimiento radical chiita libanés Hezbollah están participando en los ataques de las tropas de Al Assad contra pueblos cerca de la frontera siria. Hezbollah lo niega.
Fuente: Télam