"Ningún país del mundo tiene una relación tan estrecha o una influencia tan grande sobre Corea del Norte como China", aseguró Kerry antes de reunirse con el jefe de Estado y de partido, Xi Jinping, con el primer ministro Li Keqiang y el canciller Wang Yi.
Sin embargo, Pekín se apresuró a rebajar las expectativas. La influencia del país sobre el joven gobernante norcoreano, Kim Jong Un, y el régimen de Pyongyang es limitada, señalaron fuentes del gobierno, las que agregaron que China ve como única solución una negociación directa entre Estados Unidos y Corea del Norte.
Kerry se mostró de acuerdo en principio a que haya diálogo: "Queremos volver a las conversaciones", dijo al concluir su visita, ayer, a Corea del Sur, consignó la agencia DPA.
Pero para eso Kerry puso condiciones al gobierno de Pyongyang, del que dijo que "debe estar preparado para cumplir las obligaciones y estándares internacionales que ha adoptado. Y debe dejar claro que está dispuesto a una desnuclearización".
El gobierno norcoreano reiteró que no está dispuesto a debatir una renuncia a su programa atómico, por lo que algunos analistas no ven viable esta opción.
La gira es la primera de Kerry desde su nombramiento al frente del Departamento de Estado. Su primer encuentro en Pekín fue con su homólogo Wang Yi, que asumió el cargo en marzo y que está considerado como un experto en Corea del Norte.
Los expertos creen que la escalada norcoreana podría servir como un efecto colateral para acercar a China y Estados Unidos.
"Pienso que Corea del Norte ha cruzado la línea roja con sus provocaciones. Eso hará que China y Estados Unidos cooperen más", consideró a DPA Cheng Xiaohe, profesor de relaciones internacionales de la Universidad de Renmin, en Pekín.
"Las cosas no pueden empeorar más, así que China tiene que actuar", reflexionó el académico.
Fuente: Télam