Si los republicanos mantienen intactas sus fuerzas en el Congreso o incluso logran ampliarlas, Bush enfrentaría con la tranquilidad del respaldo parlamentario los dos años restantes de su gestión y posiblemente dentro de ellos también una guerra contra Irak.
Los atentados del 11 de septiembre del año pasado con las medidas de seguridad que les siguieron, así como la perspectiva de conflicto con Irak, dominan la escena política del republicano Bush hijo, de tal modo que se puede considerar la del martes una elección "atípica", tal como la definiera recientemente el prestigioso matutino The Washington Post. (Télam)