Hollande no ofreció detalles sobre las condiciones de la liberación de Francois Collomp, el ingeniero de 64 años que trabajaba para la compañía Vergnet, especializada en energías eólicas y otras renovables, que fue atacada durante la toma de la refinería que acaparó la atención mundial hace un año.
Algunos medios franceses sostenían que el ingeniero había logrado escaparse y, pese a haber perdido mucho peso y estar muy débil, correr hasta una comisaría, desde donde contactó a la embajada francesa en ese país africano.
Collomp había sido secuestrado por el grupo Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), la rama de la red extremista en el norte de Africa, durante la toma a la refinería del pueblo de Rimi, en el norte de Nigeria, un símbolo de la presencia y la posición privilegiada de las trasnacionales occidentales en la región.
Sin embargo, más tarde un grupo que se autoidentificó como Ansaru y que el Reino Unido vincula con otra organización nigeriana extremista y cercana a Al Qaeda, Boko Haram, reivindicó el secuestro y explicó que mantenía como rehén al ingeniero de 64 años en protesta contra la políticas "anti Islam" de Francia.
El 27 de septiembre pasado ese mismo grupo islamista difundió un vídeo en el que Collomp, con barba y con menos peso que en imágenes anteriores, aparecía delante de un hombre armado para pedir a los gobiernos francés y nigeriano que negociaran su liberación con los secuestradores.
Tras informar sobre la liberación del ingeniero francés, Hollande, que comenzó hoy una visita oficial de tres días a Israel, le pidió a su canciller Laurent Fabius, que viajaba con él, que fuera inmediatamente a Nigeria para recibir y acompañar a Collomp de vuelta a París.
Durante los últimos años, el Palacio del Elíseo aumentó dramáticamente el número de intervenciones militares en Africa, en países como Libia, Costa de Marfil y Mali.
En paralelo con este protagonismo militar en la región aumentaron el número de ataques contra fuerzas y símbolos franceses. En las últimas semanas un sacerdote fue secuestrado y dos periodistas asesinados en Mali.
Además, mientras cuatro franceses, secuestrados por AQMI en Niger hace tres años, fueron liberados a finales de octubre pasado, otros siete ciudadanos galos siguen rehenes de grupos extremistas en Siria, Mali y Nigeria.
Fuente: Télam