Un impago de Grecia podría causar su salida de la eurozona, además de un posible efecto catastrófico para las economías
europeas y del mundo, pese a que otros afirman que Europa está mejor preparada hoy para enfrentar este escenario sin tanta turbulencia luego de adoptar medidas tras cinco años de crisis griega.
Varios países comenzaron ya a decir abiertamente que están listos para esa eventualidad, aunque insisten en en que aún confían en lograr un acuerdo con Grecia en la cumbre de los 19 líderes de la eurozona convocada ayer para el próximo lunes en Bruselas, tras el fracaso de la cumbre del Eurogrupo en Luxemburgo.
El mismo lunes, horas antes de la cumbre, el Eurogrupo, es decir los ministros de Finanzas y Economía de la zona euro, celebrarán otra reunión de emergencia para discutir el tema de Grecia, anunció hoy el presidente de ese foro, Jeroen Dijsselbloem.
En las calles de Atenas, en tanto, no se veían hoy señales de gran preocupación ni colas más largas que lo habitual en los bancos o supermercados.
Medios griegos, sin embargo, informaron que hasta 3.000 millones de euros fueron retirados de bancos del país en lo que va de la semana, algo que también puede hacerse por Internet.
Como resultado de esto, el consejo de gobierno del Banco Central Europeo (BCE) acordó hoy ceder al pedido de Grecia y aumentar nuevamente los créditos de emergencia (ELA) al país para aliviar la dramática situación financiera que afrontan los bancos helenos.
La decisión, que no fue hecha pública, fue anunciada sin embargo por fuentes bancarias griegas, que pidieron no ser identificadas, a las agencias de noticias financieras Bloomberg y Dow Jones.
Las fuentes dijeron que la cifra precisa del nuevo crédito no será anunciada.
De acuerdo con informaciones previas, el Banco Central de Grecia había solicitado un incremento en más de 3.000 millones de euros.
El miércoles pasado, el BCE aprobó un aumento de este fondo de ayuda en 1.000 millones de euros, hasta los 84.100 millones de euros.
En los últimos meses, el organismo presidido por Mario Draghi ha ido aumentando paulatinamente esta ayuda de emergencia a los bancos helenos.
Sin embargo, si no se logra un acuerdo con los acreedores que permita a Grecia hacer frente a sus compromisos, el BCE estaría bajo fuerte presión para dejar de inyectar dinero en un sistema bancario en peligro de derrumbarse.
Los acreedores quieren que Grecia adopte nuevas medidas de ajuste antes de darle más dinero. El gobierno de izquierda griego, por el contrario, llegó al poder en enero con la promesa de poner fin a la austeridad, que, si bien parece haber ayudado a contener el déficit, también disparó la pobreza y el desempleo.
El tiempo se está terminando, ya que Grecia debe pagar 1.600 millones de euros al FMI el 30 de junio, algo que no podrá hacer si el fondo y sus otros acreedores de la Comisión Europea (CE) y el BCE no destraban 7.200 millones de euros del último tramo del rescate financiero que aprobaron para el país en 2011.
Las relaciones entre las partes se agriaron los últimos días en medio de acusaciones mutuas de tono cada vez más estridente.
En toda Grecia, los diarios de hoy advirtieron en sus titulares sobre los inminentes riesgos.
El periódico Ethnos calificó la cumbre del próximo lunes como "La última oportunidad de un acuerdo", mientras que el diario Efimerida ton Syntakton, pro gubernamental, dijo que los acreedores pusieron "Un cuchillo a nuestra garganta".
El primer ministro griego, Alexis Tsipras, de visita en Rusia para participar de un foro económico y para reunirse con el presidente Vladimir Putin en San Petesburgo tras la firma de un acuerdo entre ambos países para construir un gasoducto, se mostró optimista y confiado en un acuerdo.
El premier dijo que la cumbre del lunes es "un hecho positivo en el camino hacia un acuerdo".
"Los que invierten en la crisis y en escenarios de terror se verán refutados. Habrá una solución basada en el respeto de las normas de la UE y de la democracia, que permita a Grecia volver al crecimiento dentro del euro", dijo Tsipras en la nota difundida por su oficina, según informó la agencia de noticias EFE.
"Nosotros buscábamos que las negociaciones finales fueran al máximo nivel político europeo, y ahora estamos trabajando para el éxito de la cumbre", agregó.
El Banco Central de Grecia, por su parte, afirmó hoy que "la brecha entre Grecia y sus acreedores no es tan grande" y que el sistema bancario heleno se mantenía estable.
En el segundo y último día de la reunión del Eurogrupo en Luxemburgo, el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schaeuble, dijo ser "un poco escéptico" sobre las posibilidades de alcanzar un acuerdo el lunes pero confió en la disposición de Grecia a hacer lo necesario para que crezca durante el fin de semana.
El Reino Unido, pese a no formar parte del euro, también está preocupado por los efectos de un "Grexit", es decir una salida de Grecia de la moneda común.
"En el Reino Unido hemos tomado las medidas para incrementar nuestra seguridad económica para que podamos lidiar con riesgos externos como este, y ahora claramente debemos continuar y completar este plan", dijo hoy el ministro de Finanzas británico, George Osborne.
Fuente: Télam
