Grecia afronta el lunes con orgullo pero inmersa aún en una gran incertidumbre, sin tener claro si habrá liquidez para asumir las necesidades de financiación más inmediatas.
Influenciados por los rumores difundidos por los grandes medios que advirtieron de las consecuencias que tendría el rechazo a la propuesta europea, hay griegos que hasta temen que además de que estén cerrados los bancos, tampoco funcionen los cajeros automáticos o les confisquen sus ahorros, algo que el gobierno heleno garantizó que no hará.
Fuente: Télam