El país despachará a las costas de Libia seis aviones de combate F-16, el dragaminas "Hr.Ms.Haarlem" y un avión cisterna que permite repostar combustible en vuelo a los aparatos de combate, informó el diario "Algemeen Dagblad".
En la misión holandesa toman parte cerca de 200 efectivos militares.
Por otra parte, la aeronave C-235, que participará en el dispositivo de la OTAN para hacer cumplir el embargo de armas a Libia, despegará hoy desde la base madrileña de Getafe, confirmó el Ministerio de Defensa, según despacho de la agencia Prensa Latina.
Este aparato se incorpora al resto de los medios aéreos y navales desplegados por el gobierno español.
La contribución de la nación europea a la misión bélica incluye cuatro cazabombarderos F-18 y un avión de reabastecimiento en vuelo (un Boeing 707), que ya realizaron sus primeros patrullajes en los cielos de Trípoli.
En las últimas horas partieron también hacia el Mediterráneo el submarino Tramontana y la fragata F-100 Méndez Núñez.
Los detalles de este despliegue militar, que implica la participación de casi 500 efectivos -unos 150 pertenecen al Ejército del Aire y el resto a la Armada-, fueron acordados el sábado pasado en una reunión presidida por la ministra de Defensa, Carmen Chacón.
El aporte se corresponde, además, con el compromiso asumido ese mismo día en París por el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, durante un encuentro de líderes europeos y árabes.
En la cita de la capital francesa se definieron las acciones para establecer una zona de exclusión aérea sobre Libia, medida avalada la semana última por la resolución 1973 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Según estimaciones oficiales, el costo de la participación española en esta operación internacional rondará los 25 millones de euros.
Esos cálculos prevén 10 millones de euros para 30 días de permanencia de las aeronaves, y un desembolso de unos cinco millones mensuales (durante tres meses) para los medios navales involucrados en el embargo marítimo.
En un acto de mero trámite, Rodríguez Zapatero compareció ayer ante el Congreso de los Diputados para solicitar el aval de ese cuerpo.
El gobernante acudió a la cámara baja cuatro días después de comprometer su apoyo al uso de la fuerza contra la nación norafricana, bajo el paraguas de la ONU.
Durante la sesión parlamentaria, que por mayoría ratificó el pedido, el diputado de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, lamentó que Rodríguez Zapatero devaluara la postura con la que asumió el poder en 2004, al pasar del rechazo a la guerra en Iraq a secundar esta cruzada.