En ese sentido, el embajador de Brasil ante el organismo, Ruy Casaes E Silva, sostuvo que la “mesa de diálogo” que buscará establecer la OEA “debe ser integrada por representantes de varios segmentos del espectro político de Honduras”, como “representantes del presidente (Manuel) Zelaya, representantes del señor Roberto Micheletti, los candidatos presidenciales, la directiva del Congreso, representantes de partidos que son de oposición actualmente”, entre otros.
“Vamos a intentar entrar en una fase de diálogo real”, insistió resaltando que más allá de la intervención internacional, “la participación de los hondureños es absolutamente escencial”.
El objetivo de la comunidad internacional, y del derrocado presidente hondureño, Manuel Zelaya al aceptar el Plan de San José, sigue siendo que éste sea restituído en el poder bajo la amnistía planteada por ese acuerdo antes de las elecciones presidenciales de noviembre.
“Muchos países ya lo dijeron de una manera absolutamente clara: no van a reconocer los resultados de las urnas si antes no se restaura el estado de derecho del orden demócratico, lo que significa la restitución del presidente Zelaya”, explicó el embajador brasilero.
Sin embargo, Casaes E Silva dejó en claro que “las elecciones no tienen el don reparador como mucha gente cree”.
La misión de cancilleres latinoamericanos tiene previsto viajar a Tegucigalpa el próximo miércoles.
Esto está sujeto a que existan las condiciones necesarias para su arribo al país centroamericano, que desde el 28 de junio vive bajo el régimen de un gobierno de facto.
Fuente: Telam