Así como los británicos y la ex Unión Soviética no pudieron ganar sus guerras en Afganistán, la opinión publica norteamericana ha recordado que aún persiste una contienda de la que la Casa Blanca no ha podido salir airosa.
Durante el bombardeo llevado a cabo por Washington contra dicho hospital, a pedido de las fuerzas de Seguridad afganas que eran atacadas por la guerrilla Talibán, murieron por lo menos 22 personas, incluidas doce miembros de MSF.
"Estados Unidos está metido en un problema. La intención era retirarse de Afganistán pero no lo ha podido hacer hasta ahora. En particular, la situación es complicada en la frontera con Pakistán", dijo a Télam el profesor en Relaciones Internacionales de la Universidad de San Andrés, Federico Merke.
"De todos modos, el gobierno de Obama debe dejar en claro que nunca quiso atacar ese hospital. Y debe hacer todo lo posible para reparar el daño físico y moral que causó a los afganos. Es rescatable que Barack Obama haya pedido perdón", opinó Merke.
El bombardeo ocurrió el sábado pasado durante una semana complicada para las fuerzas de seguridad afgana, ya que perdieron y posteriormente recuperaron la ciudad de Kunduz, una de las ciudades más grandes de Afganistán, ubicada a 100 kilómetros al norte de la frontera con Tayikistán.
Más allá de esta circunstancia, que volvió a minar el prestigio internacional de Washington, el conflicto de Afganistán preocupa al congreso norteamericano que está alarmado por la decisión de Obama de retirar la casi totalidad de las tropas para fines de 2016.
"Un hospital fue atacado por error", dijo el general norteamericano John Campbell, quien comanda las fuerzas de la Organización del Atlántico Norte (OTAN), al hablar ante la comisión del Senado.
En una primera declaración, la Casa Blanca había definido el ataque como "un daño colateral". Pero luego Campbell explicó que la decisión fue tomada dentro de la cadena de mandos estadounidenses.
Bajo las leyes internacionales y humanitarias, el hecho de atacar un hospital puede ser considerado un crimen de guerra.
"Nosotros no golpeamos esa clase de blancos, absolutamente", dijo Campbell, quien comanda a un total de 13.000 soldados extranjeros que se encuentran en Afganistán, de los cuales 6.800 son estadounidenses.
Cuando Estados Unidos invadió ese país poco después de los atentados del 11 de septiembre de 2001, había más de 100.000 soldados. Ahora, ante la gravedad de la situación en Afganistán, Washington podría mantener unos 5000 soldados después de 2016, señalan diarios norteamericanos.
Hay muchas preguntas que no tienen respuestas inmediatas sobre el ataque, realizado al principal centro de atención médica del norte de Afganistán, donde se asiste a los heridos más graves.
Durante la invasión de Irak, los soldados estadounidenses fueron responsables de torturas y el abuso de prisioneros en la cárcel de Abu Ghraib, causando gran repercusión mundial luego de que fueran denunciados en 2003.
"Cuando Estados Unidos comete un error asumimos la responsabilidad y nos disculpamos si es necesario", le dijo Obama a la presidenta de MSF, Joanne Liu, durante una conversación telefónica.
Después de ofrecerle sus condolencias por la masacre, el mandatario norteamericano le garantizó una investigación transparente y objetiva y, además, le prometió que estudiaría reformas para que este tipo de hechos no vuelvan a ocurrir en el futuro.
No es la primera vez que Obama se disculpa por un hecho desafortunado cometido por las fuerzas militares estadounidenses, dado que en 2012 escribió una carta al entonces presidente afgano, Hamid Karzai, después que varias copias del Corán fueron quemadas por militares norteamericanos, causando severas protestas en ese país.
Pese a la buena voluntad de Obama, Liu le reclamó que el hecho sea examinado por la Comisión internacional de investigación humanitaria, un organismo creado bajo las leyes de la Convención de Ginebra.
Pero esto podría darse solo si los países involucrados dan su permiso, lo cual parece improbable.
Esta comisión, constituida por 15 miembros que fueron elegidos por 76 países, nunca fue usada hasta la fecha, informó el diario The New York Times. Ni Afganistán ni Estados Unidos forman parte de ella.
"Hoy decimos: basta. Ya es suficiente. Incluso la guerra tiene reglas", dijo Liu, tras manifestar sus dudas por la investigación iniciada por la OTAN, EE.UU y el gobierno Afgano.
Fuente: Télam