"Quien causa un problema tiene que resolverlo. Sin son ciudadanos íntegros no hay nada que impida que encuentren un futuro en Estados Unidos", sostuvo el ministro del Exterior austríaco, Michael Spindelegger, indicó la agencia de noticias alemana DPA.
En la víspera, cuando recién se conocía la primera decisión sobresaliente de la Administración Obama, el jefe de Gobierno austríaco, Werner Faymann, se había negado a recibir a alguno de los 245 detenidos.
En tanto, según publicó el portal de noticias de la cadena de noticias británica BBC, hasta el momento Alemania, Portugal y Reino Unido están dispuestos a recibir prisioneros de Guantánamo en su territorio, aunque no hubo una declaración formal al respecto.
Ya el 2 de enero, el gobierno australiano había rechazado también un pedido en ese sentido que le había hecho el ex gobierno de George W. Bush.
"La petición recibida en diciembre de 2008 ha sido denegada", dijo en aquella oportunidad la vicepresidenta, Julia Gillard, que basó la decisión en "consideraciones de seguridad nacional". Polonia también había respondido de igual manera.
Reclamo cubano
El gobierno cubano reclamó a Estados Unidos que le reintegre el territorio de Guantánamo, un día después de que el flamante gobierno de Barack Obama decretase el cierre de la cárcel que yace en esa región de Cuba.
Estados Unidos debe "marcharse del territorio que ocupa en Guantánamo, sacar a los presos, recoger sus cosas e irse", declaró el presidente del Parlamento cubano, Ricardo Alarcón.
En este sentido, el canciller cubano, Felipe Pérez Roque, también reclamó, desde Nicaragua, la devolución a Cuba del territorio en el que Estados Unidos mantiene una base militar, indicó la agencia de noticias cubana Prensa Latina.
Sin embargo, el titular de la Asamblea Nacional del Poder Popular calificó de "buena señal" dicho cierre en el plazo de un año, a la vez que sostuvo que para el Pentágono no debería tener sentido mantener su poder en una región cuyo único fin actual es usarla como cárcel.
La región de Guantánamo, ubicada en el sureste de la isla, fue cedida a Estados Unidos por España en 1898, aunque cinco años después obtuvo una concesión perpetua entregada por el primer presidente de Cuba, Tomás Estrada Palma.
El gobierno socialista cubano ha elevado sus protestas por esta situación y cortó la prestación de servicios hacia la base militar.
La Habana y Washington no poseen relaciones diplomáticas y las autoridades estadounidenses tienen sometida a la isla por un bloqueo económico. (Telam)