Esta última oleada de violencia se produjo después de que milicianos palestinos atacaran el sábado por la tarde un jeep que patrullaba la frontera, en el sureste de Gaza.
Al menos 15 cohetes y munición de mortero cayeron en Israel, tras el aluvión de unos 100 proyectiles el sábado y el domingo. La facción radical Yihad Islámica disparó la mayoría de ellos.
En la tarde del sábado, cuatro civiles palestinos murieron cuando Israel respondió al ataque de su jeep. Además, otros dos milicianos de la Yihad Islámica murieron en los ataques aéreos sucesivos.
Israel realizó ataques aéreos sobre 15 objetivos desde el sábado, dijo una portavoz del Ejército israelí a la agencia de noticias DPA.
Anoche, Israel también bombardeó objetivos en la Franja de Gaza en respuesta a los cohetes de fabricación casera lanzados previamente desde territorio palestino.
Por su parte, el ministro de Educación israelí, Gideon Saar, dijo creer que "toda persona con ojos puede entender que ha llegado la hora de un operativo más amplio".
"Las rondas de violencia fueron cada vez más frecuentes durante el último año. Es una realidad insoportable para los residentes del sur", dijo el ministro, miembro del partido gobernante Likud y estrecho colaborador del conservador primer ministro Benjamin Netanyahu.
El ministro subrayó que las decisiones tomadas ahora no están condicionadas por el calendario electoral con el que Israel elegirá nuevo gobierno el 22 de enero en comicios anticipados.
Israel se retiró unilateralmente de la Franja de Gaza en 2005 y desde entonces no volvió a entrar, exceptuando las tres semanas de ofensiva en 2009.
En esa ocasión murieron unos 1.400 palestinos, muchos de ellos civiles, en los intensos bombardeos israelíes de objetivos de la organización islamista palestina Hamas en esta franja de tierra, densamente poblada.
Fuente: Télam