Según habitantes del sur de Gaza, decenas de tanques y blindados israelíes abandonaron el antiguo asentamiento judío de Netzarim, que les había servido de base durante la ofensiva, así como un puesto de control en la carretera de Saladino, una importante vía junto a la costa que une la capital con el sur de la Franja.
El resto de las tropas que participaron en la operación Plomo Fundido, que provocó la muerte de más de 1.200 palestinos, más de 300 era niños, permanece en Gaza a la espera de instrucciones.
Por otra parte, Israel autorizó a un grupo de seis periodistas extranjeros, cuya identificación no fue informada, el ingreso a la Franja de Gaza, por primera vez desde el inicio de la ofensiva militar Plomo Fundido, el pasado 27 de diciembre, según informó la agencia italiana Ansa.
Luego de horas de espera en el paso de Erez, entre Israel y Gaza, los periodistas pudieron ingresar en la Franja por la tarde, cuando algunas unidades militares israelíes comenzaron a retirarse.
Los periodistas pudieron llegar a la vecina ciudad palestina de Beit Lahya, donde constataron daños materiales graves en las casas, automóviles y las infraestructuras.
En la ciudad, dijeron, numerosas personas intentaban excavar entre los escombros de sus casas en busca de objetos personales. Luego continuaron hacia una zona prevalentemente agrícola desde donde, explicaron, partieron a menudo ataques de cohetes contra la ciudad israelí de Sderot.