Los militares, quienes ingresaron a Belén hace un mes, después de un atentado suicida, agregaron sin embargo que permanecerán junto a la ciudad.
En tanto, el presidente palestino Yasser Arafat fue prohibido por segundo año consecutivo de participar en la tradicional misa de medianoche, al justificar que el líder palestino "ha hecho más mal a los cristianos con su campaña de muertes y terrorismo". (Télam-SNI)