El Vaticano "recurre a los métodos habituales utilizados desde hace décadas para sofocar y ocultar las historias que salpican" a la Iglesia católica, según Kramer.
El viernes por la noche, durante la liturgia de la Pasión de Cristo, el franciscano Cantalamessa, predicador de la casa pontificia, leyó una carta de "solidaridad" al Papa y a la Iglesia, que dijo haber recibido de un "amigo judío".
"Con disgusto sigo el ataque violento y focalizado contra la Iglesia y el Papa", escribe el autor de la carta. "El empleo de los estereotipos, el transvase de responsabilidades y la culpa personal sobre la colectiva me recuerdan los aspectos más vergonzosos del antisemitismo", agrega.
Fuente: El Independiente