Más temprano, desde Jerusalén, el gobierno israelí dijo que no negociará con el nuevo gobierno palestino y autorizó al primer ministro Benjamin Netanyahu a que imponga sanciones financieras a la ANP, de la cual Abbas es presidente.
Tel Aviv también prometió que hará responsable al titular de la ANP de cualquier ataque contra Israel que provenga de la Franja de Gaza, el territorio costero que los islamistas de Hamas gobiernan desde 2007, cuando echaron a Cisjordania a las fuerzas leales al partido Al Fatah, de Abbas, tras días de enfrentamiento armado.
Israel está molesto con Abbas, alias Abu Mazen, por haber formado un gobierno apoyado por Hamas, que, pese a carecer de presencia en el nuevo gabinete, tiene a miles de hombres armados y cometió múltiples atentados contra israelíes en el marco de su lucha contra la ocupación israelí de los territorios palestinos.
El Estado judío considera a Hamas un grupo "terrorista", y su reconciliación con Al Fatah de Abbas fue la justificación esgrimida por Israel para abandonar, el mes pasado, negociaciones de paz con la ANP mediadas por Estados Unidos que de todos modos no habían dado resultados desde su inicio, en julio de 2013.
"Hoy Abu Mazen dijo ´sí al terrorismo y no a la paz´", dijo Netanyahu en un comunicado luego de reunirse con su gabinete, informó la cadena de noticias CNN.
Pese al malestar de Israel, y a unos tironeos de último momento con Hamas por los 17 miembros sin afiliación del gabinete, entre ellos tres mujeres, Abbas se mostró exultante y optimista sobre las posibilidades de superar el cisma político y territorial de siete años en el que derivó su pelea con Hamas.
"Se dio vuelta esta página negra de nuestra historia y nunca regresará", dijo Abbas en Cisjordania antes de presidir su primera reunión de gabinete.
Ismail Haniyeh, el primer ministro saliente de Hamas, que gobernaba en Gaza, dijo que los palestinos estaban comenzando "una nueva era, basada en la unidad y la asociación".
Pese al optimismo, el nuevo gabinete enfrenta muchas dificultades. Disputas clave, incluyendo cómo fusionar las fuerzas de seguridad rivales de Cisjordania y Gaza, aún no han sido resueltas.
Además, Abbas necesita de la asistencia financiera de Estados Unidos y la Unión Europea (UE), que son los principales donantes de la ANP y que desde hace años dicen estar dispuestos a tratar con cualquier Ejecutivo que reconozca a Israel, renuncie a la violencia y acepte los acuerdos firmados con el Estado judío.
Abbas reiteró hoy que su nuevo gobierno cumplirá con las tres condiciones, que Hamas ha rechazado repetidas veces en el pasado.
En Washington, la vocera del Departamento de Estado, Jen Psaki, dijo que Estados Unidos tiene "intención de trabajar con este gobierno" palestino, pero advirtió que "lo seguirá de cerca para asegurar que respete los principios reafirmados hoy por Abbas", informó la agencia de noticias EFE.
Psaki subrayó que que el flamante gobierno está compuesto por "tecnócratas" y "no incluye miembros afiliados a Hamas".
El nuevo gabinete se esforzará por seguir adelante con los esfuerzos para lograr la paz bajo la fórmula de los dos Estados, con el palestino dentro de las fronteras previas a la ocupación israelí de 1967, resaltó Abbas en la ceremonia de jura.
La asunción de las nuevas autoridades palestinas llega apenas a días de la convocatoria a una oración conjunta del papa Francisco en Ciudad del Vaticano, para tratar de avanzar hacia la paz.
Fuente: Télam