Las empresas implicadas en el proyecto son Rockhopper Exploration, Falkland Oil and Gas y Desire Petroleum. En algunas de las perforaciones se encontró hidrocarburo, pero en todos los casos -hasta ahora- la explotación no tiene viabilidad económica. Quiere decir que su explotación no sería rentable.
En este sentido, el matutino porteño "Clarín" publicó que el gobierno kelper de las islas Malvinas está "buscando opciones de negocios" con Brasil, vinculadas específicamente a las tareas de exploración -y eventualmente explotación- petrolera en el archipiélago.
"La plataforma de petróleo Ocean Guardian (que arribó a la región este año) precisa ser reabastecida y nosotros estamos buscando opciones de negocios con Brasil", declaró Glen Ross, miembro y portavoz de la Asamblea Legislativa de las islas, al diario brasileño "Folha".
La llegada y los trabajos de esa plataforma fueron, justamente, los que provocaron la última escalada diplomática entre la Argentina y Gran Bretaña y la reciente ofensiva del gobierno argentino en distintos organismos internacionales, para ratificar la condena a la negativa británica a encarar el diálogo bilateral por la soberanía de las Malvinas.
Consultado sobre si hay margen para un acuerdo petrolero con la Argentina, Ross respondió: "existe esa posibilidad, pero hasta ahora los argentinos son los únicos responsables por la ruptura de los acuerdos firmados por nuestros países". Y lanzó un duro mensaje: "todo tratado con la Argentina no vale ni el papel en que está escrito".
"Las relaciones (con la Argentina) -políticas y diplomáticas- vienen empeorando desde hace tres años; queremos vivir pacíficamente con nuestros vecinos, somos un pequeño país democrático, que depende del Reino Unido sólo para temas de Defensa", se quejó y añadió: "la soberanía no se negocia".
El representante de Gran Bretaña para Europa y América Latina, Chris Bryant, salió a precisar que su país está dispuesto a "debatir sobre cualquier cosa" con la Argentina, "salvo la soberanía de las islas" Malvinas, que, en realidad, es el tema excluyente para el Gobierno nacional, que proclama el resguardo de sus derechos soberanos sobre las islas del Atlántico Sur. Sin embargo, después de la guerra de 1982, el Reino Unido ha manifestado que no encarará negociaciones al respecto. Bryant explicó, irónicamente, "que Argentina y Gran Bretaña son muy buenos aliados, sólo tenemos este problemita de las Malvinas".
En una reciente fugaz entrevista que el primer ministro Gordon Brown mantuvo con la presidenta, Cristina Fernández, en Santiago de Chile, la jefa de Estado enfatizó que la Argentina no debatirá ningún tema económico relativo a las Malvinas sin antes conversar sobre sus irrebatibles reclamos de soberanía.
Fuente: lagaceta.com.ar