El viernes pasado, Rusia argumentó, al iniciar su propia pesquisa, que se hacía cargo de una tarea que ningún otro Estado parecía dispuesto a encarar, e incluyó entre los actos a juzgar la utilización de aeronaves con distintivos de la ONU en ataques contra civiles indefensos.
El presidente de la Comisión Legislativa sobre asuntos civiles y penales de la cámara de diputados de la Federación Rusa, Pavel Krasheninnikov, replicó declarando ante la agencia estatal rusa Itar Tass que, en un eventual litigio con Ucrania sobre Crimea, Rusia contaba con todos los argumentos en su favor.
Los habitantes de Crimea, agregó, "proclamaron la independencia para después definir la unión con Rusia en un referéndum", lo cual según el miembro de la Duma no viola ninguna ley internacional.
En su opinión, los casos presentados por Kiev solo son un modo de mostrar su "poder", que es lo que la situación los obliga a hacer.
Finalizó prediciendo que "a medida que pase el tiempo, la Corte Europea de Derechos Humanos recibirá una avalancha de pedidos de juicio".
La causa rusa se abrió en el Comité de Instrucción (CI), un órgano judicial dependiente de la Presidencia rusa (antes adscrito a la Fiscalía General) que acostumbra encargarse de los casos más sonados y controvertidos en materia política, penal y criminal dentro y fuera del país.
Según el portavoz del CI, Vladímir Markin, los acusados -efectivos de las Fuerzas Armadas, la Guardia Nacional y la organización de ultraderecha ucraniana Sector de Derecha- "intencionadamente usaron aviación y artillería, algunos de ellos con simbología de la ONU, y otros equipos, para matar civiles pacíficos".
Fuente: Télam