“Solo la participación ciudadana, como ahora en una Asamblea, le da a la democracia transparencia, que es lo que necesita”, expresó Zelaya en su discurso.
El mandatario depuesto reconoció la resolución como "histórica" y "significativa" y agradeció en la ONU la solidaridad de los países de la región, entre los que nombró a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y a sus pares de Brasil y Chile.
“Ni se me pasó por la cabeza que eso podía suceder”, dijo el mandatario y condenó la "barbarie" ocurrida el domingo pasado. “Se trata de un retroceso", afirmó.
“Jamás pensé que por aumentarle el salario mínimo de los trabajadores eso se iba a constituir en las elites, en un atentado”, agregó.
Y sostuvo que “han cometido un crimen contra la humanidad, un crimen que todos rechazamos. Siempre que la fuerza bruta se imponga ante la razón, el hombre vuelve al estado primitivo".