"Yo creo que Jerusalén puede ser y debe ser la capital de los (dos) estados", aseguró la diplomática italiana durante una rueda de prensa conjunta con Hamdala, en la que volvió a denunciar la colonización, que calificó de "ilegal" y de "obstáculo para la paz".
La declaración se da en un momento de alta tensión en Jerusalén, en momentos en que Israel insiste en expandir los asentamientos judíos en los barrios árabes de la ciudad santa y en medio de atentados y enfrentamientos entre la Policía, palestinos y colonos que en las últimas semanas se cobraron la vida de varias personas.
La tensión está en aumento desde que en junio pasado un palestino fue quemado vivo en represalia por la muerte de tres estudiantes ortodoxos en Cisjordania, hecho que desencadenó la última ofensiva militar israelí en Gaza.
En las últimas semanas, la violencia se incrementó porque los palestinos creen que Israel preparara cambios al estatus quo que rige en la Explanada de las Mezquitas, sagrada para musulmanes y judíos, y a raíz de anuncios israelíes de expansión de las colonias judías en barrios árabes.
La ex ministra italiana inició ayer en Jerusalén su gira por Medio Oriente durante la que se ha entrevistado con las autoridades israelíes y ha visitado la Franja de Gaza, donde esta mañana habló de "la necesidad de un estado palestino".
"Necesitamos un Estado palestino, este es el objetivo final y esta es la posición de la Unión Europea (UE)", afirmó Mogherini, en una conferencia de prensa ofrecida en una de las escuelas de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA).
La diplomática italiana, que ayer también defendió estas políticas en sendas reuniones con funcionarios israelíes, insistió en la urgencia de recuperar el proceso de diálogo, pero desde una perspectiva más equilibrada.
Asimismo, resaltó la necesidad de reconstruir el enclave costero, empobrecido y devastado tras la ofensiva militar lanzada por el Ejército israelí en julio en la que más de 2.100 palestinos y 70 israelíes murieron.
Mogherini ingresó al enclave costero esta mañana a través del paso de Erez, bajo control israelí, y se desplazó hasta el barrio de Shuahiye, uno de los que mayor destrucción sufrió durante los cincuenta días que duró la operación militar "Filo Protector", informó la agencia de noticias EFE.
Allí habló con muchos de los palestinos que perdieron sus casas en la guerra y luego se desplazó hacia una de las escuelas de la ONU a visitar a algunas de las más de 400.000 personas que fueron desplazadas y aun no han podido regresar a sus hogares.
Según datos de la ONU, cerca de 20.000 casas y edificios quedaron destruidos por completo o inhabitables a causa de los bombardeos, lo que ha dejado sin hogar a cerca de 100.000 personas.
El proceso de reconstrucción en Gaza, que Moguerini prometió acelerar, depende en gran medida de la voluntad de Israel y Egipto, que controlan los pasos fronterizos y son quienes deben autorizar el ingreso de los materiales de construcción.
Ayer, en su reunión con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y con el canciller, Avigdor Lieberman, quedó en evidencia la distancia entre la UE y Tel Aviv sobre la forma de resolver el conflicto con Palestina.
La disputa gira en torno a las diferencias en cuestiones como la expansión sistemática de los asentamientos judíos, el bloqueo a Gaza y el reconocimiento que Suecia hizo hace dos semanas del Estado palestino.
El gobierno teme que tras el anuncio de Suecia, más países europeos reconozcan al Estado palestino y por ello, Israel retiró a su embajador en Estocolmo ni bien se oficializó el anuncio.
Mogherini pidió al gobierno israelí que aligere su presión en Gaza y emprenda negociaciones directas con los palestinos para cumplir con lo acordado, entre ello la construcción de un puerto y un aeropuerto en la Franja.
En Gaza también se reunió con responsables del movimiento nacionalista Al Fatah y si bien no se entrevistó con miembros del movimiento islamista Hamás, la diplomática italiana apoyó el gobierno de reconciliación palestino e insistió en que se necesitan instituciones fuertes con bases sólidas para poder hacer la paz.
Fuente: Télam
