Expertos consultados tienen diferentes proyecciones sobre el número concreto de casos que se producen por año en Venezuela.
Según indicó el profesor de Criminalística en la Universidad Santa María de Caracas, Fermín Mármol García: "El secuestro es la actividad delictiva que más ha crecido en los últimos 10 años".
"Es una actividad que realmente ha sufrido un empuje vertiginoso en el complejo mundo del delito".
Según la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción de la Seguridad Ciudadana realizada por el estatal Instituto Nacional de Estadísticas (INE), unas 16,917 personas fueron secuestradas entre julio del 2008 y julio del 2009, cifra sin precedente en el país, que equivale a más de 46 secuestros diarios.
Al proyectar la cifra para incluir a toda la población en el país, el número de secuestros en ese período sube a 26,873, más de 73 diarios, o 94.4 por cada 100,000 habitantes, dijo.
"En materia de secuestro las cifras negras [no reportadas] son muy altas", declaró Mármol.
Las personas también se abstienen de realizar la denuncia por temor a represalias, bien porque temen que los victimarios sean rápidamente puestos en libertad o que agentes de la propia policía estén involucrados.
Según los expertos, los secuestros están siendo ejecutados por bandas que antes se dedicaban al robo de autos blindados, bancos y joyerías.
A estas actividades delictivas también se han unido funcionarios policiales y militares activos, así como aquellos que han sido destituidos. También se han sumado guerrilleros y ex rebeldes colombianos, dijeron los expertos.
Pero son los jóvenes delincuentes de las grandes barriadas, aquellos que previamente se dedicaban al sicariato y al microtráfico de drogas, los que constituyen el mayor riesgo para las víctimas.
Francisco Quiñones, director de Operaciones de Clayton Consultants, firma de asesores internacionales de resolución de crisis con sede en Herndon, Virginia, afirmó que hay una estrecha relación entre el riesgo de la víctima y la experiencia del secuestrador.
Quiñones precisó que su empresa en los últimos tiempos ha estado más ocupada en Venezuela que en México. Según él, el auge del secuestro en Venezuela puede ser atribuido en parte a una mejoría de la seguridad en Colombia, situación que llevó a muchos de los grupos guerrilleros que se dedicaban a esa actividad a cruzar la frontera.
Los primeros efectos de este fenómeno comenzaron a observarse inicialmente en los estados fronterizos de Apure, Táchira, Mérida y Zulia. (Infobae)