Pese a una prolongada crisis política y una ola de violencia, los resultados refuerzan las posibilidades de que Al Maliki, de 63 años, encabece su tercer gobierno seguido, aunque deberá acercarse a otros grupos para alcanzar la mayoría legislativa necesaria.
Los comicios fueron los primeros desde la retirada militar estadounidense, en 2011, y los terceros desde el derrocamiento del ejecutado ex presidente Saddam Hussein, tras el cual la mayoría chiita arrebató a los sunnitas el control del poder político.
Las elecciones se celebraron en un momento muy delicado, con el país recayendo en un ciclo de violencia sectaria que dejó 8.800 muertos sólo el año pasado.
El retorno de la violencia intercomunitaria, que dejó al país al borde de la guerra civil en 2006 y 2007, responde a las divisiones profundas dentro de la sociedad iraquí y también a la guerra civil en la vecina Siria, que también enfrenta a sunnitas y chiitas.
Más de 9.000 candidatos compitieron por un lugar en el Parlamento iraquí en las elecciones de abril, y la Comisión Electoral dijo que participó un 62% de los 22 millones de personas habilitadas para votar, la misma concurrencia que en 2010.
Mientras, el Bloque de los Libres, liderado por el poderoso clérigo chiita Muqtada al Sadr, ocupó el segundo lugar con 28 escaños, con un porcentaje de un 8,5%, informó la agencia de noticias EFE.
El Bloque del Ciudadano, presidido por el líder religioso chiita Amar al Hakim, obtuvo la tercera posición con 27 escaños y un 8,2 por ciento de la Cámara.
La alianza Al Iraqiya, que se presentó a estos comicios fragmentada en cuatro pequeños grupos consiguió un total de 59 escaños.
Asimismo, el grupo de Al Arabiya, encabezado por el viceprimer ministro Saleh al Mutlaq, obtuvo diez escaños, mientras que el bloque sunnita Lealtad a Diyala consiguió cinco.
El anuncio de los resultados oficiales de estas elecciones se retrasó casi 20 días para permitir a la Comisión Electoral estudiar las quejas de los candidatos sobre las circunstancias del sufragio.
Las negociaciones para formar gobierno podrían demorarse semanas, si es que no meses.
En 2010, a Al Maliki le llevó nueve meses lograrlo. Incluso así, el parlamento tardó años en ponerse de acuerdo en los ministros de Defensa e Interior.
El propio Al Maliki sigue siendo ministro del Interior en funciones.
Fuente: Télam