En 1995, pocos años después de la caída de la URSS y la independencia de Kiev, Rusia consiguió quedarse con el grueso de los buques, tropas de desembarco y aviación de la Flota del Mar Negro en Sebastopol como parte de un acuerdo sobre el reparto de los bienes y recursos de la desintegrada Unión Soviética.
El acuerdo, alcanzado por los entonces presidentes de Rusia y Ucrania, Boris Yeltsin y Leonid Kuchma, respectivamente, establecía que Rusia se quedaría con el 81,7 por ciento de los buques y Ucrania con el 18,3 restante.
Además, también se acordó que las fuerzas de Rusia y Ucrania tendrían "un emplazamiento separado" y que "la base principal de la Flota del Mar Negro de la Federación Rusa y su Estado Mayor se situara en la ciudad de Sebastopol", lo que significaba la retirada de ese enclave de las fuerzas navales de Ucrania.
El documento también establecía que "la FMNFR utilizara las instalaciones en Sebastopol y otras bases navales, aéreas, de las tropas costeras y objetivos de apoyo logístico, operativo y técnico en Crimea".
Pero fue recién dos años después, en mayo de 1997, cuando Yeltsin y Kuchma firmaron el tratado actual, por el cual la base naval de Rusia se declaraba "ubicada en Sebastopol" y por el que Kiev cedía a Moscú tres bahías por un período de 20 años y un costo anual de 100 millones de dólares, que serían deducidos de la deuda ucraniana con la Federación Rusa.
Esa base naval era estratégica para la URSS y continuó siéndolo para la Rusia post soviética.
Prueba de ello es que allí se encuentra el único polígono submarino donde se adiestraba uno de los destacamentos soviéticos más elitistas, los hombres rana del "spetsnaz" (misión especial) submarino.
Lejos de reducir su presencia militar en Crimea por los vaivanes de la política ucraniana y sus acercamientos a la Unión Europea, Moscú buscó reforzar ese vínculo militar.
En abril de 2010 Rusia y Ucrania, por entonces dirigida por el hoy depuesto Viktor Yanukovich, suscribieron otro acuerdo para prolongar hasta 2042 el alquiler de la base de Sebastopol para la Flota del mar Negro.
La extensión del contrato coincidió con la decisión del Kremlin de construir otra base naval en las costas del Mar Negro.
El lugar elegido esta vez fue el puerto de Ochamchira, en la región separatista de Abjasia, un pequeño territorio dentro del Estado de Georgia, que protagonizó la última guerra entre Moscú y una ex república soviética hace apenas cinco años y medio.
Fuente: Télam