El líder de la izquierda egipcia resultó el tercer candidato más votado en las pasadas elecciones presidenciales, en las que venció el ahora depuesto mandatario Mohamed Mursi.
Sabahi insistió en que "no beneficia ni al Estado ni a la religión" que haya partidos con base religiosa porque las agrupaciones políticas son creaciones humanas relacionadas con problemas de la coyuntura.
"Nadie puede monopolizar la religión. Hay que liberarla y dejarla a disposición de todos los fieles e impedir que sea monopolizada por un partido", expresó Sabahi, refiriéndose a los Hermanos Musulmanes.
No obstante, el político, de 59 años, explicó que esa postura no impide que la "sharía" (ley islámica) sea la fuente principal de la legislación, tal como aparece en la Constitución egipcia.
Sabahi calificó la etapa que vive Egipto como "momento del conflicto abierto" entre, por un lado, el Estado y sus aparatos, y, por el otro, los Hermanos Musulmanes y sus aliados, quienes, en su opinión, desafiaron la voluntad del pueblo utilizando la violencia.
Si bien reconoció que el nuevo gobierno de facto cometió errores, remarcó que en este momento "es importante que el Estado demuestre su cohesión, firmeza y fuerza de acuerdo a la ley", y dio todo su apoyo a lo actuado por la Policía y el Ejército.
Sabahi, que lidera el partido de tendencia nasserista, Corriente Popular, destacó que "no es posible llegar a ningún tipo de acuerdo político serio con los Hermanos Musulmanes", quienes -para él- no supieron utilizar las posibilidades que ofreció el pueblo.
En el mismo sentido pidió que se juzgue por "violencia y terrorismo" al liderazgo "anacrónico y fanático" de la cofradía que "llevó el país a una división política y social crítica", aunque instó a que se evite castigar a los miembros que no cometieron crímenes.
Pero se mostró optimista frente a la posibilidad de que en un futuro sistema político se pueda abarcar a todos los egipcios, incluidas las corrientes islamistas, evitando que se funden partidos políticos con base religiosa.
Sabahi consideró que el Gobierno egipcio "está avanzando" en la aplicación del cronograma establecido por los militares y gran parte de las fuerzas políticas, tras deponer a Mursi el 3 de julio.
Sobre el borrador para modificar la Constitución, redactado por un comité técnico, Sabahi denunció que no se garantiza la justicia social y la protección de los derechos económicos y sociales de los egipcios.
Fuente: Télam