La pregunta clave parece ser si el próximo Pontífice provendrá de Latinoamérica, África, Asia o será de nuevo un italiano, después de un Papa de Polonia (Karol Wojtyla, Juan Pablo II), y otro de Alemania, el renunciante Joseph Ratzinger.
En el seno del Vaticano ya empezaron a cobrar fuerza algunos nombres en la carrera por ocupar el máximo cargo de la Iglesia Católica, según medios de todo el mundo.
Entre los italianos, el cardenal Angelo Scola, arzobispo de Milán, se alista en las primeras filas para suceder a Benedicto XVI, aunque otro nombre que se escucha con fuerza es el del cardenal secretario de Estado, Tarcisio Bertone.
Scola, del grupo conservador Comunión y Liberación, era patriarca de Venecia y, según analistas del Vaticano, fue posicionado como su sucesor por el propio Ratzinger cuando lo cambió de sede a Milán.
Aunque el propio Benedicto XVI dijo en una ocasión que podría imaginarse a un Papa africano, informó la agencia de noticias DPA. En ese sentido, el cardenal Peter Turkson, de Ghana, es uno de los candidatos, junto al nigeriano Francis Arinze.
Sin embargo, parece probable que el próximo papa venga de Latinoamérica, ante la creciente importancia del continente para la Iglesia Católica.
Entre los posibles "papables" latinoamericanos aparece entre otros el nombre del cardenal Otto Scherer, arzobispo de la enorme diócesis de Sao Paulo, o el ítalo-argentino Leonardo Sandri, que ahora dirige el departamento vaticano de las Iglesias Orientales.
Sandri, de 70 años y a cargo de la Secretaría de Estado entre 2000 y 2007, se hizo mundialmente conocido como "la voz del Papa", porque leía los discursos de Juan Pablo II, que ya no podía hablar debido a su enfermedad.
En este contexto, el Arzobispado de Buenos Aires reconoció que el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, Jorge Bergoglio, "es papable como los demás cardenales", por lo que también podría suceder al Sumo Pontífice.
El jefe de prensa del Arzobispado de Buenos Aires, Federico Walls, dijo en declaraciones a radio La Red que, al igual que en 2005, Bergoglio, de 76 años, figura entre los posibles candidatos a convertirse en el próximo Papa.
En tanto, entre los norteamericanos ganó en popularidad el canadiense Marc Ouellet, de Quebec -director canadiense de la oficina del Vaticano para los obispos-, aunque otro nombre es el del cardenal de Nueva York Timothy Dolan, quien respalda la línea conservadora de Benedicto XVI.
Con todo, la elección de un papa es un tema sobre el que resulta difícil hacer apuestas: todos los cardenales menores de 80 años pueden votar en el cónclave, una reunión secreta que se celebra en la Capilla Sixtina.
Alrededor de la mitad de los cardenales que pueden votar son de Europa, a pesar de que solo un cuarto de los católicos de todo el mundo vive en el continente.
Fuente: Télam
