Según cuenta el diario Clarín en su edición de hoy, la mujer de 89 años soportó sin problemas las casi ocho horas de vuelo, aunque era su primer viaje en avión.
También se adaptó bien al frío de Buenos Aires, pese al contraste con el clima de Cuba, de donde nunca había salido.
Morejón llegó en un vuelo de Cubana de Aviación el sábado a la noche, junto con la esposa de Quiñones, la argentina Verónica Scarpatti. Ayer pasó el día pegada a sus bisnietos, de siete y 13 años, que le hicieron dibujos y la recibieron "como si la conocieran desde siempre", según contó Quiñones al diario.
A Quiñones le llamó la atención la lucidez de su abuela, aún después del golpe que sufrió por una caída en su casa de La Habana en 2006. "No ha perdido la memoria ni la lucidez, pero está muy frágil, casi no camina, se mueve casi exclusivamente en silla de ruedas", afirmó.
Morejón durmió bien y "comió algo en el desayuno, a pesar de sus problemas digestivos", contó a este diario desde La Habana Hilda Molina. "Mi hijo me llama constantemente. Hoy se fueron a almorzar a la casa de los padres de mi nuera", dijo Molina.
"Mi madre está increíblemente bien. Fue tanto lo que rezó para lograr viajar, y le hace tan bien estar con la familia, que se siente mucho mejor", señaló. "El más pequeño de mis nietos, Juan Pablo, quiere jugar con ella todo el tiempo. Pero ella apenas camina. Mi hijo la cargó hasta el auto cuando salieron", agregó.
Además dijo que hará las gestiones para poder venir al país. "Desde hace 14 años presenté cartas y reclamos. Ahora voy a iniciar los trámites como un cubano cualquiera que desea visitar a su familia. Con mi madre funcionó. Espero que funcione conmigo", expresó. (Telam)