"Lo que quiere esta nueva ley es silenciar a los manifestantes", aseguró el activista Ahmed Magdi, que agregó que "la situación actual es mucho peor que la vivida durante el régimen del ex presidente Hosni Mubarak", derrocado por una revuelta popular en febrero de 2011 tras más de 30 años en el poder.
Durante la era Mubarak también estaban restringidas las protestas, lo que constituyó uno de los motivos de su destitución.
Tras el derrocamiento del presidente islamista Mohamed Mursi, el Ejército egipcio anunció una hoja de ruta apoyada por distintas fuerzas políticas, religiosas y sociales con el objetivo de modificar la actual Carta Magna
En el curso de la represión de la marcha, las fuerzas del orden retuvieron a 28 manifestantes, informaron fuentes policiales.
Las policía egipcia también dispersó hoy por la fuerza otra protesta en la capital egipcia, convocada por algunos grupos del sindicato de periodistas y por la misma causa.
En reacción por las detenciones de activistas durante la marcha contra la nueva ley antiprotestas, 10 de los 50 miembros del comité que está reformando la Constitución egipcia anunciaron que suspenden su participación en el proceso, informó la agencia de noticias estatal egipcia MENA.
Tras el derrocamiento en julio pasado del presidente islamista Mohamed Mursi, el Ejército egipcio anunció una hoja de ruta apoyada por distintas fuerzas políticas, religiosas y sociales con el objetivo de modificar la actual Carta Magna y celebrar luego elecciones parlamentarias y presidenciales.
Ayer, el premier egipcio, Hazem al Beblaui, anunció que se prevé que el referendo sobre la nueva Constitución sea en enero próximo.
Por su parte, fuentes del movimiento juvenil Tamarrud (rebelión), que impulsó las manifestaciones que llevaron al derrocamiento de Mursi, indicaron que sus representantes también se retiran hasta que se ponga en libertad a los detenidos en la protesta de hoy.
La nueva ley, ratificada el domingo pasado, exige notificar a la policía con una antelación de tres a quince días cualquier convocatoria de protesta, además de incluir en ella los lugares por los que pasará la marcha, su fecha y sus demandas, así como los datos personales y de contacto de quienes organicen el acto.
La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, pidió hoy a Egipto que derogue o enmiende la nueva ley, ya que "podría dar lugar a graves violaciones del derecho a la libertad de reunión pacífica".
También Washington manifestó hoy su preocupación por la nueva ley egipcia y dijo que está de acuerdo con los grupos que sostienen que la ley no cumple con los estándares internacionales y obstaculiza el camino del país hacia la democracia.
La ley "no cumple con las normas internacionales y no ayudará a que avance la transición democrática de Egipto", dijo la portavoz del Departamento de Estado norteamericano, Jen Psaky.
Según analistas, la nueva ley de protestas será casi imposible de aplicar sin represión, en un país en el que los últimos meses se registraron cientos de protestas por mes.
Desde que el Ejército egipcio derrocó al islamista Mursi, su movimiento político, los Hermanos Musulmanes, y sus aliados organizaron manifestaciones de forma periódica.
Su represión por parte de las fuerzas de seguridad provocó más de 800 muertos y el arresto de al menos 2.000 personas.
En este contexto, el ministro de Justicia egipcio, Mohamed al Mahdi, dijo hoy que el gobierno considerará a los Hermanos Musulmanes como grupo terrorista si así lo dicta un tribunal.
El 23 de septiembre pasado, el Tribunal de Asuntos Urgentes de El Cairo prohibió las actividades de los Hermanos Musulmanes y ordenó la congelación de sus fondos.
La cofradía, que hasta ahora nunca fue declarada como grupo terrorista, fue ilegalizada en 1954 por Gamal Abdel Nasser, una situación que se mantuvo durante la era Mubarak.
Fuente: Télam