"Esta noche quiero todas las cartas sobre la mesa, esto no significa que quiera negociar detalles técnicos, significa que quiero poner fin a estos juegos políticos", advirtió Tusk, en línea con otros eurofuncionarios que llegaron a decir que los planteos griegos no eran adultos.
El político liberal polaco señaló que convocó esta reunión porque "el tiempo se acaba, tanto para Grecia como para todos nosotros", en alusión a la posibilidad de que Atenas caiga en cesación de pagos el 30 de junio.
"Lo más importante es que los líderes asuman toda la responsabilidad del proceso político para evitar el peor de los escenarios, que significaría un Grexident (una salida accidental de Grecia del euro), caótico e incontrolable", señaló, haciendo un juego de palabras con el giro Grexit, que ya se naturalizó como la salida de Atenas de la Eurozona.
Tusk recordó que en una semana expira el programa griego de financiaciones sucesivas de deuda impaga, y dijo que "eso significa que la estrategia de esperar y ver qué pasa debe terminarse".
"Es mi responsabilidad asegurar que se hace todo lo posible para resolver el problema griego y que respetamos a los contribuyentes en todos los países", aclaró Tusk, refiriéndose a la acusación de los países ricos contra Grecia de malgastar dineros aportados por sus ciudadanos.
"Si ellos no hubieran soportado la carga de la austeridad", resaltó, "no habrían sido capaces de ayudar a Grecia. Las partes deben ayudarse unas a otras pues la acusaciones no llevan a ninguna parte", informó la agencia de noticias EFE.
Fuente: Télam