Casi la mitad de las muertes sucedieron por una gran tormenta que arrasó el delta de Irrawaddy, zona declarada en emergencia desde que Nargis tocó tierra el sábado con vientos que llegaron a 240 kilómetros por hora, al igual que las regiones de Rangún y Pegu, y los estados de Karen y Mon.
"Más muertes fueron ocasionadas por la marea que por la tormenta misma", dijo el ministro de Ayuda y Reasentamiento de Myanmar, Maung Maung Swe, en rueda de presnsa en Rangún.
"La ola fue de hasta 3,5 metros de altura y arrasó e inundó la mitad de las viviendas en los poblados bajos", agregó el funcionario, al dar la primera descripción detallada del devastador ciclón.
La población en las zonas afectadas vive desde hace tres días sin suministro de agua y electricidad, mientras que los precios de los artículos básicos se dispararon debido a la escasez y la especulación.
El representante de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en Myanmar informó este martes que aldeas enteras desaparecieron por los efectos del ciclón y calcula que la cifra provisional de muertos subirá en los próximos días.
El uruguayo Julio Sosa, su esposa Silvia y sus dos hijos, Jerónimo y Juana, todos ellos argentinos, que fueron denunciados como desaparecidos, fueron hallados sanos y salvos, confirmaron fuentes diplomáticas.
"Los cuatro se encuentran en buen estado. La información la obtuvimos tras comunicarnos con la ONG alemana para la que trabaja uno de ellos, ya que las comunicaciones directas con Myanmar están totalmente cortadas", dijo a Télam desde Bangkok, Felipe Frydman, embajador argentino en Tailandia.
Mientras el caos y la desolación impera, la ayuda de la comunidad internacional por el violento paso del ciclón Nargis comenzó a llegar este martes al país asiático tras el arribo del primer cargamento de alimentos y medicamentos procedentes de Tailandia.
Si bien la junta militar que gobierna la ex Birmania desde hace 46 años aceptó la ayuda internacional recién a última hora de anoche, los equipos de las organizaciones de asistencia humanitaria de la ONU seguían esperando visas para poder llegar a Myanmar, indicaron fuentes de los organismos.
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, exhortó este martes a la junta militar de Myanmar a permitir el ingreso de los equipos de protección civil norteamericanos y aceptar las ayudas para las víctimas del ciclón Nargis.
"La junta militar debe permitir entrar a nuestros equipos de asistencia", sostuvo en diálogo con periodistas, según informó la agencia ANSA.
Por su parte, Veronique Taveau, portavoz de UNICEF en Ginebra dijo que "esperamos que nos entreguen los visados", tal como lo exigen las autoridades militares de Myanmar desde 2006.
En tanto, Elizabeth Byrs, vocera de la Oficina de Coordinación de Ayuda Humanitaria de la ONU indicó que espera que "los cinco miembros de su equipo de evaluación con asiento en Bangkok reciban una visa", mientras que los equipos que la Federación Internacional de la Cruz Roja enviará a Myanmar se encontraban en la misma situación.
Reflejando la magnitud del desastre, la junta gobernante en Myanmar anunció este lunes que postergaría al 24 de mayo un referéndum constitucional en las zonas afectadas por el ciclón, pero confirmó la consulta en la fecha prevista del 10 de mayo en las otras regiones del país.
Los gobiernos occidentales han condenado los planes políticos del Ejército, especialmente tras la sangrienta represión de las protestas lideradas por monjes budistas en septiembre pasado.
Estados Unidos, que mantiene una fuerte presión sobre el gobierno con una serie de sanciones económicas, liberó este martes fondos por 250.000 dólares a través de planes internacionales de ayuda.
Al hacer el anuncio, la primera dama, Laura Bush, criticó a la junta birmana por no haber alertado a tiempo a la población sobre la llegada del Nargis.
Por su parte, el gobierno español anunció este martes que aportará medio millón de euros al fondo dispuesto por el Programa Mundial de Alimentos (PMA) para paliar las consecuencias del Nargis, informó el Ministerio de Exteriores.
Este lunes, tres días después del peor desastre natural en la región desde el tsunami de diciembre de 2004, la Unión Europea envió dos millones de euros, Noruega anunció 1,3 millones de euros, Holanda otro millón, Alemania 500.000 euros y Suecia prometió ayuda logística y purificadores de agua. Además, dos barcos de la fuerza naval india cargados con comida, carpas, mantas, ropa y medicamentos zarparon este lunes hacia Rangún.(Tealam)
