La interpretación turca subraya el rol de los grupos armados armenios ubicados en el este de Anatolia y que se aliaron con el Ejército ruso en su guerra contra el Imperio Otomano, en lo que fue la ramificación caucásica de la Primera Guerra Mundial.
Una serie de rebeliones locales y la ayuda que algunos voluntarios armenios prestaron al bando ruso en la batalla de Sarikamis en 1914 tensaron la situación, aunque la mayoría de estos milicianos armenios no eran ciudadanos otomanos, sino contingentes llegados desde Rusia, según explica el periodista turco-armenio Rober Koptas, una de las voces más prestigiosas de esta comunidad, citado por la agencia de noticias EFE.
La interpretación turca subraya el rol de los grupos armados armenios ubicados en el este de Anatolia y que se aliaron con el Ejército ruso en su guerra contra el Imperio Otomano
Las tensiones desembocaron en el asedio de Van (en el este del país euroasiático) , en el que milicias armenias locales defendieron esta ciudad contra las tropas turcas hasta la llegada del Ejército ruso.
En este contexto, las autoridades otomanas dieron la orden de "reasentar" a toda la población armenia de Anatolia en Siria, también parte del Imperio, con el objeto de mantenerla lejos de la frágil frontera caucásica.
Miles de armenios murieron durante estas marchas hacia Siria, por hambre y enfermedades o por ataques de bandas armadas musulmanas, pero Turquía los considera "víctimas colaterales" de la situación de descontrol en tiempos de guerra.
Los amplios archivos otomanos no contienen documentos que sugieran un plan sistemático de eliminar a toda la nación armenia y sí hay constancia de que 1.397 oficiales fueron castigados por abusos contra los armenios, tras denuncias de soldados o funcionarios.
Los historiadores turcos se ven respaldados en esta opinión por destacados académicos estadounidenses como Bernard Lewis o Stanford Shaw, quienes certifican una intención de expulsión de los armenios, pero no de exterminio.
Los nacionalistas turcos nunca dejan de subrayar que el grupo radical armenio Asala asesinó a 42 diplomáticos turcos en 110 ataques en 21 países entre 1979 y mediados de los años 80
Además, subraya la historiografía turca, las autoridades británicas que ostentaron el poder en Estambul tras perder el Imperio Otomano la Primera Guerra Mundial, arrestaron a 144 altos funcionarios otomanos y los deportaron a Malta para juzgarlos por infligir daño a los armenios.
Así, la insistencia de gran parte de Europa en usar el término "genocidio" es percibida por Turquía como una presión para calumniar la memoria de los otomanos y de sus herederos.
Los nacionalistas turcos nunca dejan de subrayar que el grupo radical armenio Asala asesinó a 42 diplomáticos turcos en 110 ataques perpetrados en 21 países entre 1979 y mediados de los años 80.
La versión de una "conspiración armenia" para humillar a Turquía es persistente en los documentos que difunde el recién abierto centro de investigación Nueva Turquía, en Ankara, que incluso sostiene que "existían de hecho masacres armenias: masacres cometidas por bandas armenias, respaldadas por potencias extranjeras, contra turcos y kurdos musulmanes".
Este centro fue inaugurado este mes por el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, quien el 14 de abril pasado lanzó una dura respuesta al empleo de la palabra "genocidio" por parte del papa Francisco en una misa en homenaje a las víctimas.
Erdogan sorprendió al mundo en abril 2014, cuando aún era primer ministro, ofreciendo sus "condolencias" a los "nietos de los armenios que perdieron su vida en el contexto de inicios del siglo XX", asegurando que "los incidentes de la Primera Guerra Mundial son un dolor compartido".
Las relaciones entre Ankara y Ereván han mejorando levemente en los últimos 15 años, lapso en el que se firmaron dos protocolos para desarrollar relaciones bilaterales, aunque la frontera se mantiene cerrada por disputas políticas.
El debate sobre el genocidio no es lo único que mantiene alejados a los dos vecinos: Turquía se niega a normalizar su relación con Armenia mientras este país "mantenga ocupado" el territorio de Nagorno-Karabaj reclamado por Azerbaiyán, un aliado cercano de Turquía.
Pese a que el tema armenio es de capital importancia para las aspiraciones turcas de ingreso a la Unión Europea, las posturas irreconciliables siguen siendo la tónica del enconado litigio de nacionalidades.
Fuente: Télam