En efecto, las FARC ratificaron su convicción "en la urgente necesidad de una solución política al conflicto social y armado que padece el país", pero señalaron que si la insurgencia decidiera aceptar un diálogo con la ONU, el interlocutor no sería el presidente o el gobierno, "sino la ONU".
El actual mandatario colombiano enfrenta ahora la primera disyuntiva sobre la guerra interna, a raíz de la respuesta de la guerrilla. (Télam-SNI)