A diferencia de las anteriores legislativas, cuando la chiita Alianza Nacional Iraquí, la coalición kurda y la de Al Iraqiya cosecharon la mayoría de los escaños, esta vez estas coaliciones se desintegraron.
En 2010, la alianza opositora Al Iraqiya, dirigida por el ex primer ministro Iyad Allawi, se alzó como vencedora con 91 escaños frente a los 89 de la Coalición de Estado de Derecho, del primer ministro Nuri al Maliki, pero no logró una mayorí­a suficiente para gobernar.
El tercer lugar fue para la Alianza Nacional Iraquí­, dirigida por Amar al Hakim, que obtuvo 70 escaños y se alió con la coalición de Al Maliki para formar gobierno.
En los comicios previstos para el próximo 30 de abril, la Coalición Estado de Derecho se presenta como favorita, aunque, una vez más, los analistas políticos dicen que no logrará por sí sola la mayoría necesaria como para gobernar sin la necesidad de alianzas.
Actualmente también se destaca la alianza Unidos para la Reforma, dirigida por el presidente del Parlamento, Osama al Nuyaifi.
Otros grupos son la Alianza del Ciudadano, encabezada por el clérigo chiita y presidente del Consejo Supremo Islámico, Emar al Hakim; la Coalición Nacional, liderada por el ex primer ministro Allawi, y la Alianza los Libres, del clérigo radical chiita Muqtada al Sadr.
En representación de los kurdos concurre la Alianza Kurda, integrada por el Partido Democrático del Kurdistán, del presidente de la región autónoma kurda, Masud Barzani; y la Unión Patriótica del Kurdistán, del presidente iraquí­, el kurdo Jalal Talabani.
Según el analista iraquí­ Abdel Aziz Hussein, la principal causa de la fragmentación de los bloques y su participación en listas múltiples es un intento de beneficiarse del nuevo sistema electoral, que se aplicará por primera vez en estos comicios y dará la oportunidad a partidos menores de lograr más sufragios.
"Por ese motivo, los grupos querrán retrasar sus coaliciones con las fuerzas pequeñas hasta después de los comicios, con el objetivo de acaparar el mayor número de escaños", dijo Hussein a la agencia de noticias EFE.
El analista señaló que la campaña electoral estuvo más centrada en los aspectos sectarios y tribales que en los de carácter nacional, que tuvieron mayor protagonismo en las elecciones pasadas.
Según Hussein, los principales partidos polí­ticos colocaron toda su fuerza propagandí­stica en las zonas con las que se identifican de forma sectaria, tribal o étnica.
Todo eso a fin de imponerse en las próximas legislativas, que suponen un punto de inflexión importante en la historia de Irak, ya que definirán la marcha del proceso polí­tico del país.
"Podrían generar un cambio verdadero que saque al país de su crítica situación, o consagrar las bases del sectarismo, sobre las que se construyó el proceso polí­tico que sumergió a Irak en un conflicto étnico que amenaza la unidad de su territorio", opinó Hussein.
Fuente: Télam