El trasfondo es político, económico y social, con planteos en contra de la corrupción, pero también con banderas que piden una intervención militar, que critican al gobierno por los hechos positivos en los social, que piden que rompa relaciones con Cuba y se aleje del eje progresista que existe hoy en América Latina.
Lo que buscan es acortar el mandato del Partido de los Trabajadores (PT), provocar su caída y, en este sentido, Dilma Rousseff tiene que tomar muy en serio este movimiento que se da en las calles y que busca su destitución, sea por el Parlamento o por la movilización popular.
Fuente:
Télam