Libia vive un proceso de inestabilidad desde la caída del líder Muammar Kaddafi, el 20 de octubre de 2011, debido a la negativa de las mlicias que ayudaron a derrocarlo a entregar las armas y unirse a las fuerzas regulares.
Durante su reunión de ayer con Al Teni, el enviado especial de la Unión Europea para Libia, Bernardino León, aseguró que la reciente crisis de seguridad se soluciona sólo mediante el diálogo.
"Los conflictos políticos entre las distintas partes libias no pueden ser solucionados por la fuerza y el uso de las armas, sino que sea a través del diálogo que es el único medio para resolver esas diferencias", indicó León.
Asimismo, el gobierno renunciante denunció la intención de los milicianos islamistas de querer formar un gobierno alternativo en Trípoli después de haber convocado a la Asamblea saliente, el Consejo Nacional General (CNG), cuyo mandato expiró con la elección, el pasado 25 de junio.
El lunes, el Parlamento saliente, encargó al islamista Omar al Hasi formar un gobierno de salvación nacional. La reunión, que fue celebrada a puerta cerrada, fue convocada por los islamistas que impugnan la legitimidad del Congreso de los Diputados.
Libia vive una división política entre dos Parlamentos, por lo que el conjunto de los ministros de relaciones exteriores árabes reunidos el lunes en El Cairo advirtió el peligro de una proliferación del conflicto a los países limítrofes, y pidió el cese inmediato de todas las operaciones armadas.
Trípoli es escenario desde el pasado 13 de julio de violentos enfrentamientos entre milicias rivales que luchan por el control del aeropuerto de la capital.
Se trata de dos fuerzas, una nacionalista y otra islamista de la ciudad de Misrata, que afirmaba hace cinco días que sus tropas arrebataron el control del aeropuerto internacional de Trípoli a los milicianos de Zintán, que lo dominaron desde 2011.
Estos choques causaron la muerte de más de 200 personas, y forzaron la huida de miles de personas de las zonas de combates, que se concentran en los barrios del sur y del suroeste de la capital.
Bengasi, la segunda ciudad del país, es escenario de varios enfrentamientos entre milicias paramilitares protagonizadas por el general disidente Jalifa Hafter, y grupos armados islamistas.
Según indicaron a la agencia de noticias EFE fuentes de seguridad de Bengasi, hoy un avión militar de Hafter fue derribado, en la ciudad de Al Bayda, situada en dicha provincia, según indicó la televisión de Al Nabaa.
Fuente: Télam