Es muy posible que la organización terrorista no tenga recambio del mismo nivel que este cuadro; en todo caso, en los últimos cuatro años, desde la caída de Raúl Reyes en Ecuador, el grupo ha perdido a todos sus referentes más carismáticos y de mayor experiencia.
A diario se producen deserciones en sus filas y, en lo que es un claro indicio del debilitamiento de su liderazgo, muchos cuadros están instalados en Venezuela y no dan signos de querer retornar a luchar en el terreno.
Pero incluso el camino del exilio se ha vuelto azaroso.
A fines de abril de 2010, Joaquín Pérez Becerra, miembro de la comisión internacional de las FARC, fue arrestado en Venezuela y deportado a Colombia, donde se encuentra detenido y bajo proceso. Algo inimaginable hasta hace un tiempo, cuando el país vecino era retaguardia y refugio para los terroristas colombianos.
La guerrilla y sus simpatizantes intentaron presentar a Pérez Becerra como un "político" –lo llaman el "embajador de las FARC"-, pero en Colombia debe enfrentar acusaciones por concierto para delinquir, financiación del terrorismo y administración de bienes provenientes de acciones terroristas.
Pérez Becerra se desempeñaba como editor de la agencia ANNCOL, con sede en Estocolmo, que se especializa en difundir información de las FARC y a la que Bogotá acusa de pertenecer a esa guerrilla. En el contexto de sus funciones "diplomáticas", el hombre se desplazaba por el mundo con impunidad, hasta que un giro en la política del gobierno de Caracas puso fin a sus periplos.
El gobierno de Venezuela ha comprendido por fin que tiene más para perder que para ganar garantizando refugio en su territorio a los líderes de las FARC. Este giro dio lugar a algo inédito: la cooperación venezolana con el gobierno colombiano en el combate a la narcoguerrilla.
En efecto, poco después de la detención de Pérez Becerra, en mayo pasado, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, anunciaba la captura -también en Venezuela- de otro jefe guerrillero, Guillermo Enrique Torres, alias "Julián Conrado", conocido por ser el principal compositor musical de las FARC.
Al hacer el anuncio, Santos aclaró que la detención fue fruto de una operación realizada por el Gobierno venezolano con ayuda de las autoridades colombianas.
El terrorista arrestado en Venezuela, de 57 años, tenía varias órdenes de captura por delitos tales como tráfico de estupefacientes, extorsión y lesiones con fines terroristas. De inmediato, se inició el trámite para la extradición de "Julián" hacia Colombia.
Este hecho marca la continuidad de la nueva política del Gobierno venezolano de entregar a las autoridades de Bogotá a miembros de las guerrillas colombianas detenidos en su territorio, en el marco del acercamiento verificado entre los dos países tras la llegada de Juan Manuel Santos al poder, en agosto del año pasado.
Por otra parte, en los últimos meses, el Gobierno de Venezuela envió también a Colombia a ocho miembros de otra fuerza terrorista de ese país, el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Fuente: América.infobae.com