Graham, que nunca se casó y, por lo tanto, carece del perfil familiar tan recurrente en las elecciones presidenciales estadounidenses, centró su discurso de postulación en la política exterior y la seguridad nacional, algo que ha caracterizado sus años de "halcón" en el Senado.
"Quiero ser presidente para acabar con los enemigos que nos quieren matar, no contenerlos, no paralizarlos, sino acabar con ellos del todo", aseguró Graham.
"Nunca habrá coexistencia pacífica con el Islam radical", aseguró Graham, quien aseguró que la seguridad del país solo puede alcanzarse con "fortaleza".
El senador, que ha pasado un tercio de toda su vida en el Congreso y es una de las voces más importantes de seguridad nacional, criticó al presidente Barack Obama por no haber conseguido evitar el surgimiento de grupos extremistas, como los yihadistas del Estado Islámico (EI) en Medio Oriente.
"Tenemos que construir defensas allí para que no sean un riesgo aquí", aseveró el senador sureño.
Graham advirtió de que no hay mayor amenaza para la estabilidad mundial y estadounidense que un Irán radical.
"Tengo la experiencia, la voluntad y el juicio necesario para detener el régimen más peligroso del planeta", reiteró Graham.
Pese a encontrarse en Central, un pueblo del sur estadounidense de 5.000 habitantes, Graham dio casi exclusivo protagonismo en su discurso a la geopolítica, dibujando un mundo lleno de adversarios de Estados Unidos, como Rusia y China.
Graham, que no cuenta por el momento con un gran apoyo para sus aspiraciones presidenciales, dijo que es el candidato más preparado y experto en seguridad nacional.
El senador se suma así a un heterogéneo pelotón de candidatos republicanos que aspiran a que el partido recupere la Casa Blanca por primera vez desde 2008, pero que expresa también una falta de liderazgo claro y una pulseada entre postulantes más moderados y otros más de derecha, cercanos al movimiento Tea Party.
Las encuestas muestran que ninguno de ellos logra, hasta ahora, destacarse por sobre sus adversarios de interna, y que los cinco que más miden apenas recogen cada uno un 10% de intención de voto.
Por el lado demócrata, Hillary Clinton, ex secretaria de Estado del actual presidente Barack Obama, es la máxima favorita, tanto que su candidatura se da casi por descontada.
Entre los republicanos que ya anunciaron sus intenciones presidenciales están Marco Rubio, Mike Huckabee, Ben Carson, Rick Santorum y George Pataki.
Dos de los que más miden, Jeb Bush y Scott Walker, aún no presentaron su precandidatura.
Fuente: Télam