"Para entender la dimensión del desplazamiento forzado bastaría con imaginar el éxodo de todos los habitantes de capitales como Medellín y Cali", grafica el abrumador Informe General del Grupo de Memoria Histórica (GMH).
Estos datos implican que sólo tomando el período que va de 1985 a 2012, cada hora fueron desplazadas 26 personas en el país.
El informe procesa datos de la Consultoría para los Derechos Humanos (Codhes) y el Desplazamiento, cuyos datos provienen de un ejercicio de proyección estadística, y del Registro Unico de Víctimas (RUV), que se centra en las denuncias presentadas por ciudadanos.
Esos datos, que son incompletos, aclara el informe, indican que en el período 1985-95 fueron desplazadas de manera violenta 819.510 personas, mientras el RUV contabiliza que entre 1996 y 2002 se sumaron 2.014.893 víctimas.
El desplazamiento forzado afectó gran parte del territorio con el recrudecimiento del conflicto armado: 1.116 municipios registraron expulsión de población por esta causa, lo que equivale a 97 por ciento del territorio nacional.
Pero el fenómeno no afectó por igual a las distintas regiones. En los casos más críticos, 139 municipios registraron más de 10.000 casos entre 1996 y 2012, concentrando 74 por ciento del total de la población desplazada. Entre ellos, 57 registraron más de 20.000 casos; 26, más de 30.000; 12, más de 40.000, y nueve, más de 50.000 desplazados.
El despojo, entendido como expropiación de bienes materiales, ha sido una práctica violenta empleada por los grupos paramilitares y, en menor medida, por las organizaciones guerrilleras.
"Para conseguirlo, los actores armados han recurrido a diferentes mecanismos de coacción y violencia como pillaje, extorsiones, masacres, asesinatos selectivos, desapariciones forzadas, amenazas y violencia sexual que obligaban a los campesinos a abandonar las tierras; una vez deshabitados los campos, los actores armados procedían a ocupar y apropiarse de las mejores tierras", describe el informe del GMH.
"La estrategia de tierra arrasada aplicada por los paramilitares y los ataques a las propiedades perpetrados por las guerrillas han sido las modalidades más usadas para la ocupación de facto de los territorios y de los bienes", añade el trabajo.
A partir de datos del Ministerio de Agricultura, el Departamento Nacional de Planeación y el Proyecto de Protección de Tierras y Patrimonio, se estableció que existen más de 8,3 millones de hectáreas (358.937 predios) despojadas o abandonadas por la fuerza. Esta cifra resulta de contrastar fuentes oficiales (4,3 millones de hectáreas) con la estimación realizada a partir de las declaraciones de población desplazada correspondientes al período 1995-94 (cuatro millones de hectáreas).
Otras expresiones de despojo han sido la usurpación de viviendas "abandonadas", el robo de ganado, el hurto bancario y de objetos de valor, y el robo de vehículos.
Fuente: Télam