El PYD anunció que, luego de reunirse con varias de las comunidades cristianas, árabes y kurdas que habitan Kurdistán Occidental, decidieron crear un gobierno interino
Estos grupos extremistas islámicos integran la diversa y fragmentada oposición armada que desde hace más de dos años intenta derribar el gobierno de Al Assad, en un conflicto que según la ONU ya dejó más de 100.000 muertos y millones de refugiados o desplazados.
Los kurdos de Siria se concentran en la provincia de Al Hasaka, en el noreste del país, y, en menor medida, en las regiones norteñas de Afrin y de Ain al Arab, en Alepo, uno de los primeros bastiones de la oposición siria en la guerra civil. Los kurdos representan el 9 % de la población total de Siria.
A través de un comunicado publicado en su página web, el PYD anunció hoy que, tras dos días de reuniones con varias de las comunidades cristianas, árabes y kurdas que habitan el llamado Kurdistán Occidental, decidieron crear un gobierno interino, informó la agencia de noticias EFE.
Se conoce como Kurdistán Occidental a una pequeña porción de territorio de unos 15.000 kilómetros cuadrados en el noreste sirio, que representa apenas un 3% de toda la región del Kurdistán, que incluye parte de Turquía, Irak e Irán.
En Irak, tras la invasión y ocupación de Estados Unidos, en 2003, las fuerzas kurdas, aliadas de la potencia norteamericana, declararon el norte del país una región semiautónoma de Bagdad, un status que siguen manteniendo en la actualidad.
Según el comunicado del PYD, el noreste sirio será gobernado por un Consejo General, con 82 miembros, y el territorio será dividido en tres regiones -Al Jazira, Kubani y Afrin- que estarán administradas por comisiones locales integrados por miembros del Consejo General.
Además, se creará un consejo ejecutivo compuesto por trece personas que tendrá que preparar una ley electoral para celebrar elecciones en la región kurda, además de tratar asuntos militares, de seguridad y económicos urgentes.
Este será el órgano que se ocupe de los combates cotidianos con las milicias insurgentes jidahistas que han ganado mucha presencia en la zona fronteriza con Turquía, un país cuyo gobierno apoya abiertamente la oposición siria armada y combate hace décadas el nacionalismo kurdo.
Fuente: Télam