La presión es el último intento para evitar la reglamentación del estatuto real consensuado en marzo de este año por los principales partidos políticos, tras la redacción del Informe Leveson, realizado por el juez Brian Leveson luego de encabezar durante más de un año una investigación sobre las prácticas de los medios británicos.
La principal recomendación del informe es la creación por ley de un nuevo ente regulador de la prensa escrita, que sea independiente tanto de la política como de los diarios y revistas.
Pero los dueños de medios quieren que esa autoridad esté totalmente auto regulada, similar a lo que ocurre ahora, dirigida por las propias empresas periodísticas y un panel de reconocidos editores.
Esa iniciativa ya fue rechazada por el cuerpo de funcionarios que aconseja a la reina Isabel II, que tendrá la última palabra en la sanción de un nuevo marco normativo.
Las agrupaciones políticas decidieron que sea un estatuto real, mecanismo usado generalmente para la creación de universidades o supervisar la cadena pública BBC, en vez de una ley, ya que se necesita los dos tercios del Parlamento y no la mayoría simple para modificarla.
El nuevo regulador reemplazará a la cuestionada Comisión de Quejas a la Prensa (PCC) y si bien sus miembros serán elegidos por los propios diarios y revistas, deberán ser aprobados por un panel independiente y a diferencia de lo que ocurre ahora, no podrán ser periodistas ni editores en función.
La autoridad tendrá la competencia de imponer multas cuando haya alguna violación a la ética periodística y dispondrá de un servicio de arbitraje para definir denuncias del público.
Los diarios y revistas no estarán obligados a regirse bajo el nuevo sistema de regulación, pero existen incentivos para que expliciten su consentimiento, como multas menos costosas que las que les impondría la justicia.
Estos cambios en la prensa escrita son en respuesta a las escuchas telefónicas y hackeo de computadoras que realizó el semanario News of the World, que por el escándalo dejó de editarse en julio de 2011.
Entre los periodistas acusados está Rebekah Brooks, ex mano derecha del magnate de medios Rupert Murdoch, y Andy Coulson, ex portavoz del primer ministro David Cameron.
Las víctimas fueron celebridades, como el actor Hugh Grant y la escritora JK Rowling, y protagonistas de casos policiales, como Milly Dowler, una chica inglesa de 13 años que fue secuestrada y asesinada en 2002.
Fuente: Télam